El fuego vuelve a devorar los bosques de EE. UU.
La prolongada sequía en algunas zonas del sureste de EE. UU., especialmente en el estado de Florida, ha llegado a un punto peligroso, causando fuertes incendios forestales. El fuego se ha extendido a lo largo de más de 6.000 hectáreas en el estado.
La sequía del año pasado y las altas temperaturas desde principios de este 2012, acompañados por el fuerte viento, han sido fatales. Los últimos días se han registrado los mayores incendios forestales en estados como Carolina del Sur, Carolina del Norte, Georgia y Florida, que es el que más ha sufrido de todos. El humo influyó mucho en la visibilidad en las carreteras adyacentes al norte de Florida. El humo del fuego se puede apreciar perfectamente desde los satélites.
También persiste la situación dramática en Long Island (isla en el estado de Nueva York), donde se declaró el estado de emergencia. El fuerte fuego devoró casi 400 hectáreas en el condado de Suffolk. Asimismo, quedaron destruidas varias casas. Para combatir el fuego llegaron varios equipos de bomberos y además se usaron helicópteros.
Entre tanto, el pronóstico meteorológico se muestra poco optimista. La próxima semana son poco probables las lluvias en el sureste del país. Los meteorólogos advierten que podría llover a finales de abril, cuando una tormenta tropical cruza la península. Asimismo la sequía persistirá en mayo, opinan los expertos.
El verano pasado el suroeste de EE. UU. enfrentó los incendios forestales más intensos de las últimas décadas que se extendieron rápidamente por varios estados devorando todo a su paso. A finales de mayo los incendios forestales estallaron en el estado de Arizona, arrasando una superficie de más de 200.000 hectáreas de bosque. Poco a poco las llamas alcanzaron los territorios de los estados vecinos de Texas y Nuevo México.