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Portavoz de Chihuahua: Agencias antidrogas de EE.UU. no quieren combatir el tráfico
Las agencias estadounidenses encargadas de combatir el tráfico de drogas solo buscan gestionar el negocio criminal, afirmó Guillermo Terrazas Villanueva, portavoz del norteño estado mexicano de Chihuahua.
“Son igual que las empresas de control de insectos dañinos, solo controlan”, dijo Terrazas Villanueva. “Si acaban con los insectos, perderán el trabajo. Si acaban con la droga, se quedarán sin trabajo también”, explicó el funcionario en declaraciones a Al Jazeera.
Las denuncias sobre la complicidad de las autoridades en el tráfico de drogas no son nada nuevo cuando vienen de activistas, profesores, o incluso de exfuncionarios. Sin embargo, es un caso único que un portavoz oficial de uno de los estados más violentos de México, que tiene frontera común con Texas, haga tantas acusaciones en una entrevista grabada.
Más de 55.000 personas han muertos por la violencia desatada por carteles de droga en México desde diciembre de 2006.
En privado, tanto residentes como funcionarios de todo el espectro político, a menudo culpan el cóctel letal del consumo de drogas en EE.UU. y el contrabando de armas de alto poder hacia México.
Una polémica operación conocida bajo el nombre de 'Rápido y Furioso', realizada por federales estadounidenses en 2009, permitió el tráfico de más de 2.000 armas a México, gran parte de las cuales acabaron en manos de narcotraficantes. Según algunas fuentes, este armamento fue utilizado para dar muerte al menos a 150 civiles.
En EE.UU., en tanto, procesaron a un narcotraficante del cártel de Sinaloa, Jesús Zambada Niebla, quien reveló que agentes federales autorizaron el tráfico de cocaína a cambio de información sobre otras bandas.
Según sus abogados, el acusado tiene pruebas de que EE.UU. colaboró con su cártel durante cinco años y dio carta blanca al tráfico de estupefacientes. A cambio, el narcotraficante proporcionaba información sobre sus competidores. Aseguró que en este proceso estuvieron involucrados el Departamento de Justicia de EE. UU., la Oficina Federal de Investigaciones y la Agencia para el Control de Drogas.
Las denuncias sobre la complicidad de las autoridades en el tráfico de drogas no son nada nuevo cuando vienen de activistas, profesores, o incluso de exfuncionarios. Sin embargo, es un caso único que un portavoz oficial de uno de los estados más violentos de México, que tiene frontera común con Texas, haga tantas acusaciones en una entrevista grabada.
Más de 55.000 personas han muertos por la violencia desatada por carteles de droga en México desde diciembre de 2006.
En privado, tanto residentes como funcionarios de todo el espectro político, a menudo culpan el cóctel letal del consumo de drogas en EE.UU. y el contrabando de armas de alto poder hacia México.
Una polémica operación conocida bajo el nombre de 'Rápido y Furioso', realizada por federales estadounidenses en 2009, permitió el tráfico de más de 2.000 armas a México, gran parte de las cuales acabaron en manos de narcotraficantes. Según algunas fuentes, este armamento fue utilizado para dar muerte al menos a 150 civiles.
En EE.UU., en tanto, procesaron a un narcotraficante del cártel de Sinaloa, Jesús Zambada Niebla, quien reveló que agentes federales autorizaron el tráfico de cocaína a cambio de información sobre otras bandas.
Según sus abogados, el acusado tiene pruebas de que EE.UU. colaboró con su cártel durante cinco años y dio carta blanca al tráfico de estupefacientes. A cambio, el narcotraficante proporcionaba información sobre sus competidores. Aseguró que en este proceso estuvieron involucrados el Departamento de Justicia de EE. UU., la Oficina Federal de Investigaciones y la Agencia para el Control de Drogas.
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