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Obama no se moja con Guantánamo: un reo sufrió 183 simulaciones de ahogamiento
La víctima del supuesto maltrato es un presunto terrorista, Jálid Sheij Mohámed, que fue interrogado y sometido a torturas tales como la simulación de ahogamiento o la privación del sueño durante una semana, según afirma su abogado.
El proceso contra Mohámed, detenido hace 9 años en Pakistán, y acusado por EE.UU. junto con otros cuatro sospechosos de orquestar el atentado del 11 de Septiembre de 2001, tiene como objetivo “legitimar la amenaza de muerte”, asegura el abogado del preso, capitán Jason Wright, al periódico 'The Independent' .
Wright reveló que su cliente fue sometido en 183 ocasiones al así llamado ‘submarino’, una tortura con agua que simula el ahogamiento del preso, que fue obligado a permanecer siete días sin dormir y que su familia sufrió amenazas.
Además, denuncia que la defensa sufre restricciones para probar la inocencia del preso, ya que se le prohíbe el intercambio de documentos en privado con Mohámed, con el que no le permiten discutir ciertas cuestiones.
“Guantánamo ha resurgido como un fantasma que persigue al presidente Obama”, comenta el experto, que -asegura- pese a las promesas del mandatario de acabar con las prácticas inhumanas, la cárceles secretas del Gobierno siguen funcionando, y funciona Guantánamo.
“Empeoran las condiciones de los detenidos dentro de estas cárceles que son reiteradamente torturados”, agrega el experto, que califica la existencia de tales centros de "un mal ejemplo” que la justicia estadounidense da al mundo.
Pese a la retórica preelectoral de Obama, que prometió cerrar el sitio, 167 prisioneros (del total de 800 presos que llegó a haber en Guantánamo) aún permanecen allí, algunos de los cuales afrontando acusaciones que podrían costarles la vida.
Wright reveló que su cliente fue sometido en 183 ocasiones al así llamado ‘submarino’, una tortura con agua que simula el ahogamiento del preso, que fue obligado a permanecer siete días sin dormir y que su familia sufrió amenazas.
Además, denuncia que la defensa sufre restricciones para probar la inocencia del preso, ya que se le prohíbe el intercambio de documentos en privado con Mohámed, con el que no le permiten discutir ciertas cuestiones.
Guantánamo, ¿un fantasma para Obama?
Guantánamo ilustra cómo Estados Unidos, que dice preocuparse por los derechos humanos en todo el mundo, ignora los casos de torturas en sus propias cárceles, señala a RT el analista de Oriento Medio Wilfredo Amr Ruiz.“Guantánamo ha resurgido como un fantasma que persigue al presidente Obama”, comenta el experto, que -asegura- pese a las promesas del mandatario de acabar con las prácticas inhumanas, la cárceles secretas del Gobierno siguen funcionando, y funciona Guantánamo.
“Empeoran las condiciones de los detenidos dentro de estas cárceles que son reiteradamente torturados”, agrega el experto, que califica la existencia de tales centros de "un mal ejemplo” que la justicia estadounidense da al mundo.
Pese a la retórica preelectoral de Obama, que prometió cerrar el sitio, 167 prisioneros (del total de 800 presos que llegó a haber en Guantánamo) aún permanecen allí, algunos de los cuales afrontando acusaciones que podrían costarles la vida.
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