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El Banco de Escocia pagará por sus contactos con Irán
Las autoridades estadounidenses están investigando al Royal Bank de Escocia (RBS, por sus siglas en inglés) por supuestas violaciones de las sanciones impuestas a Irán.
La Reserva Federal de EE.UU. y el Departamento de Justicia llevan a cabo esta investigación tras recibir la información voluntaria del Banco Central del Reino Unido, proporcionada hace 18 meses a reguladores bancarios británicos y estadounidenses, informa el rotativo Financial Times.
Hasta el momento el portavoz del banco escoces se abstuvo de hacer comentarios.
Sin embargo, en su informe de gestión trimestral, presentado el 8 de agosto, el RBS recalcó haber “iniciado discusiones con autoridades del Reino Unido y EE.UU. para debatir su histórica conformidad con leyes y regulaciones aplicables, incluyendo las regulaciones y sanciones impuestas por EE.UU.” agregando que no puede predecir el resultado de tal “discusión”.
Por su parte el portavoz de la Reserva Federal de EE.UU. señaló que no tiene derecho a hacer comentarios acerca de “asuntos de supervisión concernientes a instituciones privadas”. Igual de 'silente' se mostró el representante del Departamento de Justicia estadounidense.
En este contexto cabría recordar que la semana pasada se conoció que otro banco británico, el Standard Chartered, tendría que pagar una multa de 340 millones de dólares por haber ocultado supuestas transacciones ilegales con entidades iraníes, valuadas en más de 250.000 millones de dólares. La respectiva acusación llegó del Departamento de Servicios Financieros de Nueva York.
En 2010, el RBS acordó pagar 500 millones de dólares para compensar semejantes acusaciones de las autoridades federales de EE.UU. de que ABN Amro, el banco danés adquirido por RBS en 2007, había violado el régimen de sanciones que pesan sobre Irán.
Hasta el momento el portavoz del banco escoces se abstuvo de hacer comentarios.
Sin embargo, en su informe de gestión trimestral, presentado el 8 de agosto, el RBS recalcó haber “iniciado discusiones con autoridades del Reino Unido y EE.UU. para debatir su histórica conformidad con leyes y regulaciones aplicables, incluyendo las regulaciones y sanciones impuestas por EE.UU.” agregando que no puede predecir el resultado de tal “discusión”.
Por su parte el portavoz de la Reserva Federal de EE.UU. señaló que no tiene derecho a hacer comentarios acerca de “asuntos de supervisión concernientes a instituciones privadas”. Igual de 'silente' se mostró el representante del Departamento de Justicia estadounidense.
En este contexto cabría recordar que la semana pasada se conoció que otro banco británico, el Standard Chartered, tendría que pagar una multa de 340 millones de dólares por haber ocultado supuestas transacciones ilegales con entidades iraníes, valuadas en más de 250.000 millones de dólares. La respectiva acusación llegó del Departamento de Servicios Financieros de Nueva York.
En 2010, el RBS acordó pagar 500 millones de dólares para compensar semejantes acusaciones de las autoridades federales de EE.UU. de que ABN Amro, el banco danés adquirido por RBS en 2007, había violado el régimen de sanciones que pesan sobre Irán.
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