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La ONU predica en el desierto sirio
La reunión ministerial del Consejo de Seguridad de la ONU prevista para este 30 de agosto, y que tiene como para encontrar una solución al conflicto sirio, está condenada al fracaso, comentó al diario ruso 'Kommersant' una fuente cercana al organismo.
Muchos cancilleres de países miembros del Consejo de Seguridad se han negado a asistir a la reunión, indica la fuente. "Los estadounidenses han declarado públicamente que, después que Rusia y China, vetaron tres resoluciones sobre Siria, ya que no piensan contar con el Consejo de Seguridad y buscarán otros caminos”, precisó.
Hillary Clinton no va a participar en la reunión y, probablemente, ni siquiera asistirá la enviada permanente de EE.UU. en la ONU, Susan Rice. El canciller británico William Hague todavía no ha decidido si acudirá o no, pero lo más probable es que acabe declinando. El jefe de la diplomacia rusa, Seguéi Lavrov, tampoco asistirá y en su lugar acudirá el representante permanente de Rusia ante la ONU, Vitaly Churkin.
Una de las razones principales que explican la poca asistencia a esta reunión es la disparidad de opiniones de sus miembros. “Ya durante las negociaciones preliminares ha quedado claro que no se podrá acordar ningún documento. Rusia y China insistían en que se centraran en el aspecto humanitario del conflicto: brindar ayuda a los refugiados y damnificados, llamar a ambas partes del conflicto a poner fin a la violencia. Mientras que Francia, EE.UU. y Reino Unido buscaban una declaración política, que exija la dimisión de Assad”, explicó la fuente.
Que hay serios desacuerdos entre los los miembros del Consejo de Seguridad lo demuestran también las recientes declaraciones del presidente francés, Francois Hollande, que afirmó que “Assad tiene que irse" y añadió que "mientras esté en el poder, no se podrá tomar ninguna solución política”.
Según Hollande, para fomentar la estabilidad en la región hay que formar un Gobierno de transición lo más pronto posible, que prometió reconocer en cuanto se forme. Sus palabras llamaron la atención en la comunidad internacional, ya que hasta ahora los países occidentales se limitaban a brindar apoyo verbal y material a la oposición.
Además, el presidente galo presentó un plan para derrocar a Bashar al Assad. Además del Gobierno de transición, Hollande propone establecer una 'zona tapón' en Siria, donde no podrán entrar las zonas gubernamentales. Ese mismo plan fue propuesto por su predecesor, Nicolas Sarkozy, para el escenario libio, que acabó con el derrocamiento y muerte de Muammar Gaddafi.
A diferencia de los países occidentales y algunos países árabes, Rusia y China opinan que forzar la dimisión del presidente Bashar al Assad dará luz verde a la intevención y degenerará en una escalada del conflicto sirio. Lavrov ha reiterado en varias ocasiones que “solo el pueblo sirio debe decidir quién tiene que gobernarlo".
"Puedo resumir [la situación] en una frase: avanzamos, la situación en el terreno es mejor, pero todavía no hemos ganado. Esto necesita todavía tiempo", subrayó Assad.
Asimismo, se mofó de las defecciones de altos responsables políticos y militares que han sacudido a su régimen en los últimos meses: "Los patriotas y la gente de bien no huyen, no abandonan la patria. Finalmente esa operación es positiva, es una operación de autolimpieza del Estado, en primer lugar, y de la nación en general".
Hillary Clinton no va a participar en la reunión y, probablemente, ni siquiera asistirá la enviada permanente de EE.UU. en la ONU, Susan Rice. El canciller británico William Hague todavía no ha decidido si acudirá o no, pero lo más probable es que acabe declinando. El jefe de la diplomacia rusa, Seguéi Lavrov, tampoco asistirá y en su lugar acudirá el representante permanente de Rusia ante la ONU, Vitaly Churkin.
Una de las razones principales que explican la poca asistencia a esta reunión es la disparidad de opiniones de sus miembros. “Ya durante las negociaciones preliminares ha quedado claro que no se podrá acordar ningún documento. Rusia y China insistían en que se centraran en el aspecto humanitario del conflicto: brindar ayuda a los refugiados y damnificados, llamar a ambas partes del conflicto a poner fin a la violencia. Mientras que Francia, EE.UU. y Reino Unido buscaban una declaración política, que exija la dimisión de Assad”, explicó la fuente.
Que hay serios desacuerdos entre los los miembros del Consejo de Seguridad lo demuestran también las recientes declaraciones del presidente francés, Francois Hollande, que afirmó que “Assad tiene que irse" y añadió que "mientras esté en el poder, no se podrá tomar ninguna solución política”.
Según Hollande, para fomentar la estabilidad en la región hay que formar un Gobierno de transición lo más pronto posible, que prometió reconocer en cuanto se forme. Sus palabras llamaron la atención en la comunidad internacional, ya que hasta ahora los países occidentales se limitaban a brindar apoyo verbal y material a la oposición.
Además, el presidente galo presentó un plan para derrocar a Bashar al Assad. Además del Gobierno de transición, Hollande propone establecer una 'zona tapón' en Siria, donde no podrán entrar las zonas gubernamentales. Ese mismo plan fue propuesto por su predecesor, Nicolas Sarkozy, para el escenario libio, que acabó con el derrocamiento y muerte de Muammar Gaddafi.
A diferencia de los países occidentales y algunos países árabes, Rusia y China opinan que forzar la dimisión del presidente Bashar al Assad dará luz verde a la intevención y degenerará en una escalada del conflicto sirio. Lavrov ha reiterado en varias ocasiones que “solo el pueblo sirio debe decidir quién tiene que gobernarlo".
Assad: “necesitamos tiempo para ganar”
El presidente sirio, Bashar al Assad, afirmó en una entrevista concedida al canal privado ‘Al Dunia’ que su país está librando "una guerra regional e internacional" que todavía tardará tiempo en acabar, pero aseguró que está decidido a seguir adelante."Puedo resumir [la situación] en una frase: avanzamos, la situación en el terreno es mejor, pero todavía no hemos ganado. Esto necesita todavía tiempo", subrayó Assad.
Asimismo, se mofó de las defecciones de altos responsables políticos y militares que han sacudido a su régimen en los últimos meses: "Los patriotas y la gente de bien no huyen, no abandonan la patria. Finalmente esa operación es positiva, es una operación de autolimpieza del Estado, en primer lugar, y de la nación en general".
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