Alemania "no ve como un ataque" la amenaza británica de ingresar a la Embajada de Ecuador en Londres
“Pregunté al Parlamento alemán si la amenaza del Gobierno británico sería un ataque a los convenios internacionales (de la inviolabilidad de las sedes diplomáticas), pero lamentablemente el Gobierno alemán es partidario del británico, y por lo tanto, no lo ve como una seria amenaza”, dijo la diputada alemana Sevim Dagdelen mostrando su desacuerdo con la postura de Berlín, tras reunirse con Assange en la Embajada de Ecuador en la capital británica.
Dagdelen, miembro de la comisión de Relaciones Exteriores del Bundestag (cámara baja del Parlamento alemán), respaldó la decisión de Quito de proteger al periodista australiano y rechazó la reciente amenaza británica de ingresar a la delegación diplomática para arrestarlo.
Además, la legisladora expresó su solidaridad con Assange en nombre del Partido de Izquierda de Alemania, e instó a sus colegas de otros países a expresar su respaldo al periodista australiano.
Anunció también que en los próximos días se reunirá en Berlín con diplomáticos suecos y británicos para intentar una salida al caso del fundador de WikiLeaks, quien se encuentra en la embajada ecuatoriana en Londres desde junio pasado para evitar su extradición a Suecia, donde es investigado por supuestos delitos sexuales que él niega.
Anteriormente, Dagdelen declaró que la opinión pública mundial le debe a personas como Assange y a valientes informantes como el soldado estadounidense Bradley Manning, acusado de la filtración de miles de cables, el acceso a informaciones hasta ese momento mantenidas en secreto.
Ecuador concedió asilo diplomático a Assange, pero las autoridades británicas han aclarado que no entregarán el salvoconducto para que pueda viajar a Quito, porque aseguran que están obligadas a extraditarle a Suecia.
El periodista australiano, por su parte, teme que si es llevado a Suecia, de allí sería extraditado a EE.UU., donde podría ser condenado incluso a la pena de muerte, si es juzgado por delitos políticos tras filtrar miles de cables diplomáticos que avergonzaron al Gobierno estadounidense y a varios de sus aliados.