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El nuevo mediador internacional para Siria califica su tarea de "muy difícil"
El argelino Lakhdar Brahimi, nuevo mediador internacional para Siria, calificó este lunes su misión de buscar una salida al conflicto sirio de "muy difícil", pero señaló que es su responsabilidad ayudar al pueblo sirio.
Brahimi se encuentra de visita en El Cairo, donde comenzó hoy sus consultas con los responsables de la Liga Árabe y las autoridades egipcias.
"Soy totalmente consciente de que se trata de una misión muy difícil, pero pienso que no tengo derecho a no intentar hacer lo posible para ayudar al pueblo sirio", dijo el diplomático tras reunirse con el secretario general de la Liga Árabe, Nabil al Arabi.
En una rueda de prensa conjunta con Al Arabi, Brahimi apuntó que viajará en los próximos días a Damasco para reunirse con los responsable sirios, los representantes de la sociedad civil y los intelectuales de este país.
El mediador explicó, asimismo, que su equipo actuará desde la oficina de los observadores de la ONU en Damasco, que será dirigida por el diplomático canadiense de origen marroquí Mohamed Lemani.
El periodista Eloy Pardo cree que Brajimi logrará suavizar la postura de la institución panarábiga hacia Damasco. “La Liga Árabe desde hace muchos meses se posicionó a favor de que el Gobierno sirio actual de Bashar Al Assad se marchara, y con este nuevo diplomático argelino la posición quizá varíe hacia lo que se demandaba con el plan de Kofi Annan, un plan de paz entre las dos partes, por eso quizá con Brahimi se suavice la postura de la Liga Árabe”, afirma Pardo.
Mientras, se multiplican las declaraciones occidentales contra el Gobierno de Bashar Al Assad, que, según varias países, “perdió su legitimidad” y usa la violencia contra su pueblo.
“Cuando acusan al Gobierno sirio de utilizar armas contra el pueblo es evidente que es falso. Y esta falsedad proviene de quienes realmente han perdido la legitimidad, porque son parte de este conflicto”, opina la analista internacional Laila Tajeldine, que califica a la oposición de “fuerza mercenaria” que obtiene armamento y ayuda logística de “los países del Golfo, Turquía, los Estados Unidos” para perpetrar sus acciones dentro del país.
"Soy totalmente consciente de que se trata de una misión muy difícil, pero pienso que no tengo derecho a no intentar hacer lo posible para ayudar al pueblo sirio", dijo el diplomático tras reunirse con el secretario general de la Liga Árabe, Nabil al Arabi.
En una rueda de prensa conjunta con Al Arabi, Brahimi apuntó que viajará en los próximos días a Damasco para reunirse con los responsable sirios, los representantes de la sociedad civil y los intelectuales de este país.
El mediador explicó, asimismo, que su equipo actuará desde la oficina de los observadores de la ONU en Damasco, que será dirigida por el diplomático canadiense de origen marroquí Mohamed Lemani.
El periodista Eloy Pardo cree que Brajimi logrará suavizar la postura de la institución panarábiga hacia Damasco. “La Liga Árabe desde hace muchos meses se posicionó a favor de que el Gobierno sirio actual de Bashar Al Assad se marchara, y con este nuevo diplomático argelino la posición quizá varíe hacia lo que se demandaba con el plan de Kofi Annan, un plan de paz entre las dos partes, por eso quizá con Brahimi se suavice la postura de la Liga Árabe”, afirma Pardo.
Las bandas insurgentes sirias no quedarán impunes
Por su parte, la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, declaró durante luna reunión en Ginebra que los rebeldes sirios no gozarán de inmunidad y que tendrán que responder por los crímenes de los que sean responsables.Mientras, se multiplican las declaraciones occidentales contra el Gobierno de Bashar Al Assad, que, según varias países, “perdió su legitimidad” y usa la violencia contra su pueblo.
“Cuando acusan al Gobierno sirio de utilizar armas contra el pueblo es evidente que es falso. Y esta falsedad proviene de quienes realmente han perdido la legitimidad, porque son parte de este conflicto”, opina la analista internacional Laila Tajeldine, que califica a la oposición de “fuerza mercenaria” que obtiene armamento y ayuda logística de “los países del Golfo, Turquía, los Estados Unidos” para perpetrar sus acciones dentro del país.
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