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EE.UU. y Libia discrepan sobre el asalto en Bengasi: ¿Caos súbito o plan de Al Qaeda?
La Casa Blanca no tiene dudas: el ataque lanzado contra el consulado estadounidense en Bengasi, donde el 11 de septiembre fue asesinado el embajador de EE.UU. en Libia, no fue planeado ni coordinado, y se desencadenó a raíz de una protesta espontánea contra la película antiislámica 'La Inocencia de los musulmanes'.
En esos términos se expresó la embajadora de EE.UU. para Naciones Unidas (ONU), Susan Rice. Según los datos que maneja Washington, todo comenzó de manera espontánea a causa de los disturbios que estallaron entre los extremistas, que contaban con armas pesadas.
"La gente en Bengasi, un pequeño número de personas" llegó a la embajada y después la situación fue "secuestrada" por algunos grupos de "extremistas que llevaron armas más pesadas", aseguró Rice sin precisar a qué extremistas se refería.
El mandatario dijo que los presuntos autores del ataque están vinculados de alguna manera a la red terrorista Al Qaeda, bien como afiliados o simpatizantes, aunque admitió que las autoridades libias aún desconocen cuales fueron las "verdaderas intenciones de los delincuentes".
Los ataques en la oficina consular de Bengasi se produjeron el martes pasado, simultáneamente con las manifestaciones de protesta en Libia y Egipto contra un video en el que se critica el Islam y se caricaturiza la figura del profeta Mahoma, coincidiendo con el undécimo aniversario de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos.
La investigación que se está llevando a cabo no ha dado resultados esclarecedores por el momento, mientras surgen versiones diferentes sobre la autoría del asalto sangriento. Según una de ellas, los autores eran supuestos aliados del destituido líder libio, Muammar Gaddafi. También surge la sospecha de que los servicios especiales estadounidenses conocían el ataque de antemano y no hicieron nada para prevenirla.
Tras el incidente la administración de Barack Obama reforzó la protección de sus diplomáticos, que fueron blanco de protestas en varios otros países árabes, y envió a las costas de Libia dos buques de guerra y a unos 50 marines, que se encuentran ya en el país para reforzar la seguridad de las legaciones.
"La gente en Bengasi, un pequeño número de personas" llegó a la embajada y después la situación fue "secuestrada" por algunos grupos de "extremistas que llevaron armas más pesadas", aseguró Rice sin precisar a qué extremistas se refería.
Contradicción directa
Por su parte, el presidente libio, Mohamed el Magariaf, contradice directamente la versión del 'hermano mayor' y sostiene que las evidencias encontradas por las autoridades libias hasta el momento "no dejan ninguna duda" de que el ataque fue planeado de antemano “hace unos meses”.El mandatario dijo que los presuntos autores del ataque están vinculados de alguna manera a la red terrorista Al Qaeda, bien como afiliados o simpatizantes, aunque admitió que las autoridades libias aún desconocen cuales fueron las "verdaderas intenciones de los delincuentes".
Los ataques en la oficina consular de Bengasi se produjeron el martes pasado, simultáneamente con las manifestaciones de protesta en Libia y Egipto contra un video en el que se critica el Islam y se caricaturiza la figura del profeta Mahoma, coincidiendo con el undécimo aniversario de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos.
¿EE.UU. conocía el ataque de antemano?
La investigación que se está llevando a cabo no ha dado resultados esclarecedores por el momento, mientras surgen versiones diferentes sobre la autoría del asalto sangriento. Según una de ellas, los autores eran supuestos aliados del destituido líder libio, Muammar Gaddafi. También surge la sospecha de que los servicios especiales estadounidenses conocían el ataque de antemano y no hicieron nada para prevenirla.
Tras el incidente la administración de Barack Obama reforzó la protección de sus diplomáticos, que fueron blanco de protestas en varios otros países árabes, y envió a las costas de Libia dos buques de guerra y a unos 50 marines, que se encuentran ya en el país para reforzar la seguridad de las legaciones.
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