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La UE concede 34.000 millones de euros a Grecia
Los ministros de Finanzas de la Unión Europea aprueban el desembolso de más de 34.000 millones de euros a Grecia como parte del siguiente tramo del rescate.
El pago se produce después de que Atenas lograra recomprar 32.000 millones de euros de su deuda a inversores privados. Esta transacción era un requisito indispensable para autorizar la ayuda financiera.
Según anunció el jefe del Eurogrupo, Jean Claude Juncker, la orden de transferencia se dará la próxima semana.
A cambio de la asistencia económica, Grecia deberá implementar nuevas medidas de austeridad. Una política de recortes que ya ha provocado que la población pierda la esperanza en sus dirigentes.
“La crisis griega es la crisis de confianza. Mientras nosotros, los economistas, al igual que los ciudadanos comunes y corrientes, no creamos ni a nuestros políticos, ni a la UE, no habrá un mejor escenario”, comentó el escritor e investigador George Tzogopoulos en RT.
De acuerdo con Tzogopoulos, “todos los Gobiernos son iguales, nunca escuchan a sus ciudadanos. Ellos tienen todo el dinero y nosotros solo pagamos más impuestos”.
Algunas voces afirman que no es el Ejecutivo el que manda, sino la Troika, constituida por el Banco Central Europeo, la Comisión Europea y el Fondo Monetario Internacional.
Ante esta desesperada situación, la radicalización, dicen algunos afectados por la crisis, es la única manera de demoler el muro que separa al Ejecutivo de las exigencias de su pueblo. No obstante, esta radicalidad a la que se refieren no es esa que se basa en la agresividad, un hecho que ya salta a la vista en Grecia con el rápido crecimiento de la popularidad de los movimientos anarquistas y neonazis, sino la radicalidad en la idea de libertad y de derechos.
Según anunció el jefe del Eurogrupo, Jean Claude Juncker, la orden de transferencia se dará la próxima semana.
A cambio de la asistencia económica, Grecia deberá implementar nuevas medidas de austeridad. Una política de recortes que ya ha provocado que la población pierda la esperanza en sus dirigentes.
“La crisis griega es la crisis de confianza. Mientras nosotros, los economistas, al igual que los ciudadanos comunes y corrientes, no creamos ni a nuestros políticos, ni a la UE, no habrá un mejor escenario”, comentó el escritor e investigador George Tzogopoulos en RT.
De acuerdo con Tzogopoulos, “todos los Gobiernos son iguales, nunca escuchan a sus ciudadanos. Ellos tienen todo el dinero y nosotros solo pagamos más impuestos”.
Algunas voces afirman que no es el Ejecutivo el que manda, sino la Troika, constituida por el Banco Central Europeo, la Comisión Europea y el Fondo Monetario Internacional.
Ante esta desesperada situación, la radicalización, dicen algunos afectados por la crisis, es la única manera de demoler el muro que separa al Ejecutivo de las exigencias de su pueblo. No obstante, esta radicalidad a la que se refieren no es esa que se basa en la agresividad, un hecho que ya salta a la vista en Grecia con el rápido crecimiento de la popularidad de los movimientos anarquistas y neonazis, sino la radicalidad en la idea de libertad y de derechos.
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