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La operación francesa en Mali, un pretexto para "controlar recursos"
La lucha francesa contra los insurgentes en Mali es sólo una “cortina de humo” con el verdadero objetivo de controlar los recursos del país africano, según opina el analista político Juan Luis González Pérez.
“Francia nunca ha salido de África, tiene sus militares en Chad, Senegal, Costa de Marfil”, indica el especialista. “Los tiene justamente para asegurarse el uso de materiales y las importaciones”, añade González Pérez.
En concreto, lo que puede interesar a París es el “oro -Mali es el tercer productor de África-, uranio, petróleo, gas, diamantes... hay un montón de minerales para explotar”, precisa el analista.
De hecho, González Pérez admite que incluso los grupos terroristas de Al Qaeda ayudan a Francia y sus aliados occidentales a mantener su presencia en África y otras regiones estratégicas. “Todos los líderes de Al Qaeda han trabajado para Gobiernos occidentales, desde Bin Laden. Al Qaeda está siendo instrumentalizada siempre por Occidente para servir a los intereses tanto de EE.UU. como de la OTAN”, asegura el analista.
El 21 de enero el Gobierno de Mali anunció que extendería el estado de emergencia durante tres meses debido a la crítica situación de seguridad que vive el país, cuya parte septentrional está controlada por grupos rebeldes desde el pasado mes de marzo. Este avance insurgente empujó al presidente de Mali, Dioncunda Traoré, a solicitar la ayuda de Francia, que un día después se unió a las tropas malienses para detener a los islamistas.
En concreto, lo que puede interesar a París es el “oro -Mali es el tercer productor de África-, uranio, petróleo, gas, diamantes... hay un montón de minerales para explotar”, precisa el analista.
De hecho, González Pérez admite que incluso los grupos terroristas de Al Qaeda ayudan a Francia y sus aliados occidentales a mantener su presencia en África y otras regiones estratégicas. “Todos los líderes de Al Qaeda han trabajado para Gobiernos occidentales, desde Bin Laden. Al Qaeda está siendo instrumentalizada siempre por Occidente para servir a los intereses tanto de EE.UU. como de la OTAN”, asegura el analista.
El 21 de enero el Gobierno de Mali anunció que extendería el estado de emergencia durante tres meses debido a la crítica situación de seguridad que vive el país, cuya parte septentrional está controlada por grupos rebeldes desde el pasado mes de marzo. Este avance insurgente empujó al presidente de Mali, Dioncunda Traoré, a solicitar la ayuda de Francia, que un día después se unió a las tropas malienses para detener a los islamistas.
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