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Un preso palestino podría haber muerto por torturas en una cárcel israelí
El preso palestino Afarat Yaradat, fallecido el 23 de febrero en una cárcel israelí, no murió por un ataque cardiaco, como aseguró el Servicio de Prisiones de Israel, sino por torturas, informó hoy la Organización para la Liberación de Palestina.
Según reveló la autopsia, el cuerpo del recluso, que permanecía bajo custodia en la cárcel israelí de Meguido
desde el pasado 18 de febrero, muestra signos de tortura, lo que, según creen los funcionarios palestinos, demuestra que Yaradat fue torturado hasta la muerte durante su interrogatorio. "No murió de un ataque al corazón. Su corazón estaba en perfecto estado y sus arterias también", destacó el informe de Saber El Alul, médico forense de Palestina.
Xavier Abu Eid, portavoz de la OLP, informó que “el cuerpo presentaba evidencias de golpes, principalmente en el pecho, en los hombros cerca de la espina dorsal y en su espalda”. “Todas las marcas tenían menos de cinco días, es decir, el tiempo que estuvo detenido por Israel, por lo que son signos de tortura", agregó.
Abu Eid opina que esto es “un claro caso de lo que la impunidad otorgada por la comunidad internacional da al Estado de Israel: la libertad de hacer lo que quiera con ciudadanos palestinos, incluyendo cientos de detenidos sin cargo alguno presentado en su contra".
La OLP exigió una investigación internacional que aclare las circunstancias de la muerte de Yaradat, de 30 años de edad, que fue detenido hace una semana cerca de la ciudad de Hebrón, Cisjordania, acusado de haber lanzado piedras contra soldados israelíes. La investigación es necesaria, "no solamente para clarificar lo sucedido, sino para mostrar una vez más la situación vergonzosa en la que se encuentran miles de palestinos en cárceles israelíes", agregó el portavoz de la organización.
Después de la muerte de Yaradat, unos 4.500 palestinos que permanecen detenidos en prisiones israelíes realizaron el domingo una huelga de hambre. El primer ministro palestino, Salam Fayad, solicitó que se investiguen las "verdaderas razones" de la muerte de Yaradat y responsabilizó a Israel del fallecimiento del prisionero bajo su custodia.
Xavier Abu Eid, portavoz de la OLP, informó que “el cuerpo presentaba evidencias de golpes, principalmente en el pecho, en los hombros cerca de la espina dorsal y en su espalda”. “Todas las marcas tenían menos de cinco días, es decir, el tiempo que estuvo detenido por Israel, por lo que son signos de tortura", agregó.
Abu Eid opina que esto es “un claro caso de lo que la impunidad otorgada por la comunidad internacional da al Estado de Israel: la libertad de hacer lo que quiera con ciudadanos palestinos, incluyendo cientos de detenidos sin cargo alguno presentado en su contra".
El cuerpo presentaba evidencias de golpes, principalmente en el pecho, en los hombros cerca de la espina dorsal y en su espalda"El Ministerio de Justicia de Israel, por su parte, difundió un comunicado en el que asegura que no se detectó ningún signo de violencia visible en el cadáver, más allá de los provocados por el masaje cardiovascular hecho en un intento de reanimarlo. "Los resultados iniciales de la autopsia no pueden determinar la causa de la muerte", dice el comunicado citado por el diario 'Times of Israel'.
La OLP exigió una investigación internacional que aclare las circunstancias de la muerte de Yaradat, de 30 años de edad, que fue detenido hace una semana cerca de la ciudad de Hebrón, Cisjordania, acusado de haber lanzado piedras contra soldados israelíes. La investigación es necesaria, "no solamente para clarificar lo sucedido, sino para mostrar una vez más la situación vergonzosa en la que se encuentran miles de palestinos en cárceles israelíes", agregó el portavoz de la organización.
Después de la muerte de Yaradat, unos 4.500 palestinos que permanecen detenidos en prisiones israelíes realizaron el domingo una huelga de hambre. El primer ministro palestino, Salam Fayad, solicitó que se investiguen las "verdaderas razones" de la muerte de Yaradat y responsabilizó a Israel del fallecimiento del prisionero bajo su custodia.
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