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La alta militarización de la Policía de EE.UU., bajo investigación
La Unión Americana por las Libertades Civiles (ACLU, en sus siglas en inglés) solicita que se investigue la creciente tendencia a ubicar unidades policiales militarizadas en las ciudades y pueblos del país.
Asociaciones afiliadas a la ACLU en 23 estados del país presentaron esta semana más de 255 solicitudes, amparándose en la Ley de Libertad de Información, con el fin de obtener todo el material posible relacionado con la continua transformación de pequeñas unidades policiales en escuadrones de soldados fuertemente armados.
"Es hora de comprender el verdadero alcance de la militarización de la Policía en EE.UU. y el impacto que está teniendo en nuestros barrios", señala un comunicado de la ACLU.
La asociación denuncia que cada vez es más frecuente ver equipos del SWAT (unidades de armas y tácticas especiales) fuertemente armados en territorio estadounidense, que a menudo entran en casas de personas inocentes.
"Equipar a la policía local y estatal con armas y vehículos militares, entrenarlas con tácticas militares y proporcionarles asistencia militar real para que apliquen de la ley tradicional erosiona las libertades civiles y fomenta prácticas policiales agresivas, sobre todo en los barrios pobres y comunidades de color", dijo Kara Dansky, abogada del Centro por la Justicia de la ACLU.
La ACLU espera averiguar también hasta qué punto "la financiación y el apoyo federal ha impulsado la militarización de los departamentos de policía locales y estatales". Lamenta que se desconozca el tipo de formación que han recibido los agentes del SWAT locales, así como la tecnología y las armas que emplean.
"Tenemos derecho a vivir sin temor a una intervención militar en nuestra vida cotidiana, y la creciente militarización de la policía es una amenaza a ese derecho", comentó María Kayanan, directora legal asociada de la ACLU de Florida.
"Es hora de comprender el verdadero alcance de la militarización de la Policía en EE.UU. y el impacto que está teniendo en nuestros barrios", señala un comunicado de la ACLU.
La asociación denuncia que cada vez es más frecuente ver equipos del SWAT (unidades de armas y tácticas especiales) fuertemente armados en territorio estadounidense, que a menudo entran en casas de personas inocentes.
Tenemos derecho a vivir sin temor a una intervención militar en nuestra vida cotidiana, y la creciente militarización de la policía es una amenaza a ese derecho"
"Equipar a la policía local y estatal con armas y vehículos militares, entrenarlas con tácticas militares y proporcionarles asistencia militar real para que apliquen de la ley tradicional erosiona las libertades civiles y fomenta prácticas policiales agresivas, sobre todo en los barrios pobres y comunidades de color", dijo Kara Dansky, abogada del Centro por la Justicia de la ACLU.
La ACLU espera averiguar también hasta qué punto "la financiación y el apoyo federal ha impulsado la militarización de los departamentos de policía locales y estatales". Lamenta que se desconozca el tipo de formación que han recibido los agentes del SWAT locales, así como la tecnología y las armas que emplean.
"Tenemos derecho a vivir sin temor a una intervención militar en nuestra vida cotidiana, y la creciente militarización de la policía es una amenaza a ese derecho", comentó María Kayanan, directora legal asociada de la ACLU de Florida.
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