Actualidad
EE.UU. podría 'blindarse' con un híbrido diseñado para ataques silenciosos
Los emblemáticos vehículos de combate M2 y M3 Bradley podrían ser reemplazados en el Ejército de EE.UU. por un híbrido eléctrico que funcione con gas comprimido. Este sistema de accionamiento daría una ventaja en silenciosos ataques nocturnos.
Una de las propuestas que está sopesando el Departamento de Defensa proviene de la multinacional BAE Systems, con sede en Londres, que ha adoptado para su diseño bélico el sistema de accionamiento híbrido de los autobuses urbanos. Así, creen los fabricantes, el Pentágono podría ahorrar aproximadamente un 20% de los gastos en combustible en comparación con los vehículos blindados con propulsión tradicional.
El motor híbrido facilitaría una aceleración más rápida que la de los Bradley. Además, podría pasar en pocos instantes de la combustión del hidrocarburo al suministro eléctrico. En condiciones de combate ello borraría las huellas de calor que exponen al vehículo a riesgos adicionales del impacto de un misil. En este régimen casi no produce ruido, lo que le facilitaría acercarse silencioso al enemigo, especialmente de noche.
“El cambio a favor de un vehículo de combate híbrido es semejante a lo que pasó cuando la Fuerza Aérea adquirió sus primeros cazas”, dijo el vicepresidente de BAE, Mark Signorelli, en un comentario concedido a la revista digital 'Co.Exist'. En su opinión, al adoptar la tecnología híbrida, los militares estadounidenses podrían lanzarse con rostro firme al campo de batalla en la próxima década.
Mientras que el Pentágono no ha decidido todavía sobre sus preferencias, la Oficina Presupuestaria del Congreso de EE.UU. desestimó tanto la oferta de BAE, como su análogo que fabrica los carros de combate M1 Abrams, el consorcio General Dynamics. A juicio de la mayoría de los congresistas, sería un desgaste de los fondos del Gobierno. Por su parte, los expertos del comité recomendaron pensar en comprar los vehículos acorazados ya existentes Puma, de fabricación israelí.
El motor híbrido facilitaría una aceleración más rápida que la de los Bradley. Además, podría pasar en pocos instantes de la combustión del hidrocarburo al suministro eléctrico. En condiciones de combate ello borraría las huellas de calor que exponen al vehículo a riesgos adicionales del impacto de un misil. En este régimen casi no produce ruido, lo que le facilitaría acercarse silencioso al enemigo, especialmente de noche.
“El cambio a favor de un vehículo de combate híbrido es semejante a lo que pasó cuando la Fuerza Aérea adquirió sus primeros cazas”, dijo el vicepresidente de BAE, Mark Signorelli, en un comentario concedido a la revista digital 'Co.Exist'. En su opinión, al adoptar la tecnología híbrida, los militares estadounidenses podrían lanzarse con rostro firme al campo de batalla en la próxima década.
Mientras que el Pentágono no ha decidido todavía sobre sus preferencias, la Oficina Presupuestaria del Congreso de EE.UU. desestimó tanto la oferta de BAE, como su análogo que fabrica los carros de combate M1 Abrams, el consorcio General Dynamics. A juicio de la mayoría de los congresistas, sería un desgaste de los fondos del Gobierno. Por su parte, los expertos del comité recomendaron pensar en comprar los vehículos acorazados ya existentes Puma, de fabricación israelí.
comentarios