El estudio ha involucrado a 447 participantes de 55-80 años de edad, los cuales han sido divididos en tres grupos: dos de ellos observaban la dieta mediterránea, complementándola con 30 gramos de frutos secos y 5 cucharas diarias de aceite de oliva, mientras el tercer grupo mantenía una dieta baja en grasa, informa la revista 'JAMA Internal Medicine'.
Los resultados revelaron que el aceite y los frutos secos habían mejorado la atención y función ejecutiva porque ambas sustancias contienen fenoles, que contrarrestan los procesos de oxidación y la enfermedad neurodegenerativa del cerebro, opina el autor del estudio, el doctor Emilio Ros.
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