La manera de evitar una gran extinción en masa es mediante contundentes esfuerzos de conservación, informa el portal The Christian Science, que cita a los autores del estudio sobre la sexta gran extinción masiva. "Son necesarios esfuerzos rápidos y enormes para conservar las especies ya amenazadas y aliviar la presión sobre sus poblaciones por la pérdida del hábitat, la sobreexplotación con fines económicos y el cambio climático", aseguran los expertos.
Además advirtieron de que hay que aprovechar lo antes posible esta "ventana de oportunidad" que "se está cerrando con rapidez".
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Según el estudio, la actual tasa de extinción ha alcanzado niveles sin precedentes desde que los dinosaurios se extinguieron hace 66 millones de años. También demuestra que, incluso ateniéndonos a estimaciones conservadoras, las especies están desapareciendo hasta unas cien veces más deprisa de lo normal en un periodo entre extinciones masivas.
Entre las causas principales de esta situación, los investigadores destacan el cambio climático provocado principalmente por la deforestación de tierras para la agricultura, la explotación forestal, la introducción de especies invasoras y las emisiones de CO2.
No obstante, para evitar la sexta extinción masiva, una estrategia considerada por los expertos es el traslado de animales amenazados hacia entornos más sostenibles que puedan ayudarles a hacer frente al cambio climático.
"No recomendamos colocar manadas de rinocerontes en Arizona u osos polares en la Antártida (…). Abogamos por una seria consideración de mover las poblaciones de especies de las áreas donde están seriamente amenazadas hacia otras partes de la misma amplia región biogeográfica", es decir, a otras regiones que comparten ecosistemas similares, recomienda un grupo internacional de biólogos.
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