Científicos de la NASA aseguran que la orientación de las escarpas de la superficie de la Luna tiene su origen en la influencia gravitacional de las fuerzas de marea de la Tierra, informa el sitio web de la agencia. El organismo ha realizado este descubrimiento gracias a las recientes fotografías de alta resolución que ha realizado con la cámara de la sonda espacial Lunar Reconnaissance Orbiter (LRO, por sus siglas en inglés).
A partir de la información que obtuvo la sonda LRO en agosto de 2010, los investigadores de la NASA hallaron 14 grietas en la Luna -posteriormente bautizadas como "escarpas lobuladas"- e indicaron que su formación se debía al enfriamiento del núcleo de nuestro satélite. Sin embargo, las nuevas y más detalladas imágenes han permitido conocer alrededor de 3.000 rasgos de este tipo, lo cual sugiere que "sí existe un patrón que determina la formación de este relieve tectónico y 'masajea' la superficie lunar", explicó Thomas Watters, de la Institución Smithsonian en Washington (EE.UU.) y autor principal del estudio.
Los científicos afirman que las escarpas son tan jóvenes que es posible que hoy en día se sigan formando. El modelado de la NASA muestra que la tensión máxima entre la Tierra y la Luna se produce cuando ambos cuerpos celestes se encuentran más alejados ente sí.