Las personas que se levantan de la cama, deambulan por la casa, comen, beben y mueven cosas sin despertarse son sonámbulos. También lo son quienes, mientras duermen, crean obras de arte, conducen, hacen el amor o incluso cometen un crimen.
El sonambulismo sigue siendo un fenómeno misterioso que genera mitos y preguntas y cuyas manifestaciones no dejan de sorprender a los especialistas. Les presentamos varios casos increíbles que demuestran el poder de este trastorno y algunas explicaciones científicas sobre el tema.
Lee Hadwin, un pintor británico, crea obras de arte que cuestan millones... pero solo mientras duerme. Cuando está despierto, no recuerda nada y no sabe pintar en absoluto.
Todo empezó cuando Hadwin tenía 4 o 5 años. Sus primeras pinturas, que realizó en las paredes de su habitación en un estado de inconsciencia, estaban muy lejos de ser arte auténtico, admite, pero a lo largo de su vida su técnica ha evolucionado.
Con el tiempo, también empezó a pintar en papel, primero con lápices en blanco y negro y, recientemente, con colores.
"Solo me entero al despertarme. Me siento como si fuera a tener un ataque de pánico o algo así y me duele la cabeza. Sé que he hecho algo y después veo la pintura", cuenta Hadwin, que pinta dos o tres veces por semana.
El artista tampoco conoce el proceso por el que su subconsciente elige qué pintar. Sus obras varían mucho, desde pinturas abstractas hasta otras detalladas. Mientras que sí podría dar una explicación de por qué ha hecho varios retratos de Marilyn Monroe, no tiene la más remota idea de cómo se le ocurrió pintar hadas semidesnudas, por ejemplo.
De una u otra forma, su misterio contribuye a su fama y sus pinturas se exhiben en museos y forman parte de varias colecciones de arte, entre otras la del millonario Donald Trump.
El pintor recibe miles de cartas de otras personas con varios trastornos del sueño. "He recibido una carta de una mujer que se levanta dormida, cocina, come y, al despertar, no recuerda nada. De todos modos, las personas suelen hacer en su estado sonámbulo cosas que ya saben hacer cuando están despiertas. Lo mío es diferente", indica Hadwin.
El caso más problématico es el de Lois Woods, una joven británica con un infrecuente trastorno del sueño llamado 'síndrome de la Bella Durmiente', que le hace dormir hasta 44 días seguidos.
A pesar de la denominación, la vida de Lois Woods no es de cuento de hadas. En algunos momentos parece que está despierta, pero cuando entra en trance se ataca a sí misma y golpea a su familia. Después, no recuerda nada de su extraño comportamiento, informa 'The Daily Mail'.
Cuando la adolescente sufre un episodio, se golpea la cabeza contra las paredes, agrede a su hermano menor y realiza visitas nocturnas a la nevera para atiborrarse de comida. La joven también sufre cambios radicales de personalidad, que la pueden convertir en una niña pequeña balbuciente o en una borracha violenta.
El trastorno apareció por primera vez cuando Lois tenía 14 años. Un día volvió a casa de la escuela y se desmayó en el sofá. Entonces, entró en un estado de coma que se prolongó casi dos meses, durante el cual se despertaba algunas veces, pero rápidamente se volvía a dormir tras comer y beber.
Un hombre sueco acusado de violar a una mujer que dormía se declaró inocente por haberla atacado mientras estaba sonámbulo.
El incidente ocurrió en una casa de campo del pueblo de Vilhelmina, en el norte de Suecia. Aquella noche, la víctima estaba pasada de copas cuando el hombre la violó, según la denuncia presentada en la corte del distrito de Lycksele.
Sin embargo, el acusado, de 27 años de edad, rechazó que fuera un acto intencionado y alegó que sufre sexsomia, una rara condición médica que impulsa a tener actos sexuales mientras se duerme y que no se recuerdan al volver a estar consciente.
"Me desperté con sus empujones y con ella preguntándome '¿Estás despierto?'", explicó el hombre y citó 'The Daily Mail'.
El acusado también contó que esa no era la primera vez que había mantenido un encuentro sexual sin darse cuenta y mencionó algunos relatos de su exnovia.
En la última década han absuelto a varios hombres acusados de violación en estado sonámbulo. Así, un danés fue declarado inocente por intentar abusar de dos jóvenes de 17 años después de que la investigación revelara que sufre sexomnia.
En 2011, el hombre atacó a las dos adolescentes, que estaban pasando la noche en su apartamento en un suburbio de Copenhague junto con un grupo de amigos y se despertaron al sentir que el hombre intentaba realizarles tocamientos.
Las dos chicas llamaron enseguida a la Policía y el hombre fue detenido, aunque aseguró que no recordaba nada. Una vez conocido el resultado del peritaje, dos años después de los hechos, el tribunal de la ciudad danesa de Glostrup lo absolvió de todos los cargos presentados, según AP.
Si resulta horrible convertirse en violador sin saberlo, imagínese despertarse un día y enterarse de que ha matado a una persona. Así son los casos de los sonámbulos homicidas: personas que, sin intención ni motivos, pueden acabar con la vida de alguien mientras duermen.
Uno de los casos más famosos es el de Kenneth Parks, un canadiense que mató a sus suegros.
En 1987, Kenneth James Parks era un hombre de 23 años de edad, casado y con una hija de cinco meses. Tenía una relación muy buena con sus suegros y su suegra, Barbara Ann Woods, le llamaba con cariño "su amable gigante".
Antes de los tristes acontecimientos, Parks empezó a tener problemas con los juegos de azar y eso le generó serios problemas financieros.
El 20 de mayo, acudió a su primera reunión de jugadores anónimos. Quería hablar de sus dificultades con su abuela el sábado siguiente (23 de mayo) y, con sus suegros, el domingo (24 de mayo), pero entonces... pasó lo que pasó.
En las primeras horas del 23 de mayo de 1987, Parks se levantó de su cama estando dormido. Después, salió de su casa y condujo 23 kilómetros hasta la casa de sus suegros, donde golpeó a su suegro hasta dejarlo inconsciente y apuñaló a su suegra. Tras ello, Parks fue la comisaría, donde dijo que "creía que había matado a alguien".
El hombre fue juzgado y absuelto de todos los cargos, ya que durante todo el incidente estuvo dormido y no fue consciente de lo que hacía.
El sonambulismo, también conocido como noctambulismo, es un trastorno del sueño clasificado como parasomnia que se manifiesta en la conducta anormal de una persona mientras se encuentra en una situación de sueño a nivel cerebral.
Cuando se poduce —por lo general, durante las fases 3 o 4 del sueño—, el sonámbulo puede realizar actividades motoras sencillas o complejas.
Normalmente, el paciente vuelve a la cama por su propia iniciativa y no recuerda nada al día siguiente.
¿Cómo manejar a un sonámbulo?
Aunque no se pueden predecir los episodios del sonambulismo, se pueden evitar los factores que los provocan, como la falta de sueño, el estrés o el consumo de alcohol, entre otros.
"Lo más importante es mantener una higiene adecuada de sueño y dormir suficientes horas", explica a 20minutos el doctor Francisco Javier Puertas, expresidente de la Sociedad Española de Sueño y secretario del Comité Español de Acreditación en Medicina del Sueño (CEAMS).
"Retirar objetos contundentes de la habitación, cerrar con llave las ventanas y la puerta de casa, poner cortinas acolchadas y una campanilla en la puerta de la habitación ayudan a evitar posibles accidentes. Si en un niño los episodios son muy frecuentes, se le pueden suministrar algunos medicamentos que reducen o controlan los episodios, como el clonazepam", detalla Puertas.
En cuanto a la idea de que despertar a un sonámbulo es peligroso, el especialista confirma que "es totalmente falsa, aunque sí es verdad que, al intentar despertarlo, puede ponerse nervioso, asustarse o, en raras ocasiones, reaccionar de manera agresiva". En estos casos, el médico aconseja "hablarle suavemente y conducirle de nuevo a la cama sin despertarle".
"La gente cree que si despierta a un sonámbulo le va a pegar un susto y el sonámbulo va a sufrir un choque emocional", comenta la médico especialista en sueño Lilliana Estrada, citada por el periódico digital 'CrHoy'.
"Lo que hay que hacer es hablarle con voz suave y guiarle de nuevo hacia su cama. Por ejemplo, se recomienda que si un paciente se está sirviendo un café, tratemos de ayudarle a que termine de ejecutar la acción, porque si le interrumpes se puede volver a despertar en algún momento de la noche para terminar lo que estaba haciendo", explica la doctora Estrada.
En la elaboración de este artículo se han utilizado los archivos multimedia de RT, Reuters.
Preparado por María Lekant, Iván Sérbinov