La NASA ha mostrado el robot Super Ball Bot, la herramienta más reciente de esta agencia espacial para aterrizar con seguridad en planetas distantes con terrenos y paisajes desconocidos, una situación que siempre ha sido un reto para los vehículos espaciales de exploración.
Este robot futurista se asemeja a un juguete de bebé. El dispositivo está fabricado con alambres y varillas. Sus creadores estiman que es indestructible y calculan que puede soportar impactos tan fuertes como los equivalenetes a los que sufrirá durante el aterrizaje en otros planetas.
Los creadores obtuvieron su idea al ver que un juguete absorbía perfectamente el impacto de su caída y decidieron que ese principio físico, conocido como 'tensegridad', era perfecto para la robótica espacial, debido a que permite que unas estructuras aparentemente frágiles distribuyan la tensión y puedan entrar en lugares estrechos.