Сomer cerebros humanos protegió a una tribu de las enfermedades cerebrales
El pueblo fore de Papúa Nueva Guinea se hizo conocido en el siglo XX debido a un brote de una extraña enfermedad neurodegenerativa denominada kuru, que en la lengua de los fore significa 'temblor con fiebre y frío'.
Durante varios siglos los fore practicaron un extraño ritual funerario ligado al canibalismo. Hasta los años 1950 los fore comían la carne de sus familiares difuntos, y las mujeres y niños ingerían sus cerebros para que el ser querido muerto permaneciera dentro de la tribu.
Sin embargo, esta tradición fue prohibida hace 70 años después de que se detectara que muchas mujeres padecían la rara enfermedad mortal. Con el tiempo se reveló que el kuru era una enfermedad infecciosa provocada por la ingesta del tejido cerebral contaminado por priones.
Un prion es una partícula infecciosa formada por una proteína que al degenerar infecta a otros priones sanos, presentes de forma natural en el cerebro, produciendo enfermedades neurológicas degenerativas transmisibles tales como la tembladera (que afecta a los ovinos), la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob y la encefalopatía espongiforme bovina.
No obstante, siglos de consumo de los cerebros de familiares contagiados por el kuru propició la aparición y el fortalecimiento, entre algunos de los fore, de un aminoácido llamado valina que sirve de protección natural contra los priones.
De esta manera, el proceso evolutivo desarrolló en varios representantes de esta tribu oceánica inmunidad ante las enfermedades neurológicas incurables causadas por los priones.
En un estudio publicado en la revista 'Nature', científicos anunciaron que la mutación detectada en estos fore más resistentes se había convertido en una barrera natural que ofrece a su portador protección total contra todas las demencias causadas por priones.