Mandíbulas humanas pintadas, que datan de 1.300 años atrás y que habrían sido usadas como colgantes, han sido halladas en un sitio arqueológico de México, informa la revista digital Live Science.
En la misma área dentro del sitio arqueológico Dainzú-Macuilxóchitl, Oaxaca, también han sido descubiertos numerosos objetos fabricados en cerámica.
La zona fue habitado en la antigüedad por los zapotecas, un pueblo que todavía habita en la región y que habla su propio idioma.
Entre los hallazgos se encuentran varias figuras de Xipe Totec, un dios mesoamericano asociado con el sacrificio humano y la actividad agrícola. El dios es representado a menudo con huesos humanos alrededor del cuello.
A pesar de los sacrificios humanos que se ofrendaban en esa época a Xipe Totec, los científicos sugieren que estos huesos de mandíbulas pintados de distintas colores no están asociadas a los sangrientos rituales, sino que se refieren al culto a los antepasados de las personas que vivían en el lugar.
Cuando los arqueólogos excavaron en el sitio arqueológico, encontraron que éste había sido habitado durante al menos 400 años.
En algún momento, los antiguos zapotecas desenterraron los huesos de sus antepasados, los pintaron y los convirtieron en adornos. Al parecer, ellos utilizaban estos 'collares' con fines rituales, por ejemplo para demostrar la antigüedad de sus familias.