Tras cinco años de viaje, este martes ha llegado a la órbita de Júpiter la sonda espacial Juno, la primera sonda diseñada para operar en el corazón de los cinturones de radiación del planeta. Se trata de la nave que más se habrá acercado a ese planeta hasta ahora, ya que se encontrará a unos 4.000 kilómetros del manto de nubes que lo rodea. Es también la primera sonda preparada para operar dentro de los cinturones de intensa radiación de Júpiter y la primera que funciona con energía solar que logra llegar tan lejos. Explicamos en tres gif lo asombroso del éxito de la misión Juno de la NASA y la magnitud de este evento.
La sonda Juno fue programada para desviarse de nuestra órbita y realizar recorridos cada vez más amplios hacia el exterior y más cerca del mayor planeta del sistema solar.
Júpiter tiene un campo magnético más fuerte y más grande que cualquier otro planeta del sistema solar, que atrapa enormes cantidades de partículas a gran velocidad. Comprender este campo magnético es esencial para entender cómo se formó nuestro sistema solar, la Tierra y los cimientos de la vida como la conocemos.
Júpiter se encuentra en el entorno radiactivo más duro de nuestro sistema solar, por lo que la NASA señala que la inserción en su órbita "supone un hito en la exploración planetaria".
Para entrar en la órbita, la Juno tuvo que pasar por los peligrosos cinturones de radiación de Júpiter.
El 4 de julio la Juno realizó una maniobra de inserción en órbita con una reducción de velocidad de 1.950 kilómetros por hora que duró 35 minutos. Según la NASA, la Juno dará dos vueltas elípticas de 53 días de duración y a gran altitud alrededor de Júpiter antes de iniciar la fase científica de la misión.
La órbita de la sonda Juno se inclinará progresivamente, de manera que la nave espacial se irá adentrando a los peligrosos cinturones de radiación de Júpiter. La sonda pasará lo suficientemente cerca del planeta como para sentir toda la fuerza de su campo magnético, que se estima es de 10 a 12 Gauss, comparado con la Tierra que es de 0,5 Gauss.
En vez de volar alrededor del ecuador, la Juno será la primera sonda que orbitará de polo a polo. Los máximos acercamientos al planeta ocurrirán cuando la sonda sobrevuele los polos, momentos en que se podrán observar las intensas auroras de Júpiter y tomar mediciones de las partículas cargadas asociadas con este fenómeno.
Durante el tiempo que dure la misión, la Juno será expuesta al equivalente de más de 100 millones de radiografías dentales. Tras finalizar el proyecto, la Juno se autodestruirá volando al interior de Júpiter en febrero de 2018.