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Fin de semana lleno de duro trabajo en la órbita

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El sábado y el domingo se convierten para la tripulación permanente de la Estación Espacial Internacional en dos días laborales con unas tareas que exigen un trabajo más intenso que el que suele caer en un día. Preparan la EEI y la actualmente acoplada nave estadounidense Atlantis, para el reto
Fin de semana lleno de duro trabajo en la órbita

El sábado y el domingo se convierten para la tripulación permanente de la Estación Espacial Internacional en dos días laborales con unas tareas que exigen  un trabajo más intenso que  el que suele caer en un día. Preparan la EEI y la actualmente acoplada nave estadounidense Atlantis, para el retorno de la última al Centro Espacial Kennedy en el Cabo Cañaveral que está programado para el miércoles, 26 de mayo.

En particular, los cosmonautas devuelven a la Tierra las baterías viejas, instaladas sobre la EEI hace 10 años. A través de un carro de carga colocado en la base móvil van a desplazarlas e instalarlas dentro de la bodega del Atlantis.

Además, la presencia de virutas metálicas que flotaban en el interior del recién llegado módulo ruso Rassvet (MIM-1) postergó las labores de su descarga, y los miembros rusos de la tripulación deberán realizarlas estos dos días. El comandante de la plataforma orbital, el ruso Oleg Kótov, y el ingeniero de a bordo, Alexandr Skvortsov, prepararon una resolución técnica para impedir que los elementos ajenos se internen en los sectores ya habitados de la EEI. Según las fuentes en la NASA, estas virutas podrían haberse formado debido a la fricción del metal durante la operación de carga del módulo en el trasbordador Atlantis.

El día anterior dos astronautas de la corta misión, Michael Good y Garrett Reisman, después de casi siete horas de caminata espacial, finalizaron la instalación de las nuevas baterías en el eje de los paneles de energía solar en babor del complejo orbital. Cada una de las seis baterías recién instaladas cuesta 3,6 millones de dólares, mide casi un metro cúbico y pesa unos 170 kilogramos.

Las jornadas laborales duras, largas y múltiples serán recompensadas para la tripulación del Atlantis con una pronta vuelta a la Tierra. Para los cosmonautas rusos de la expedición permanente que se han quedado esta semana sin días festivos, se planea organizar sesiones privadas de comunicación telemétrica con sus amigos y familiares en casa. Después, podrán descansar el primer día de la próxima semana para que ya el martes limpien la estación tras la salida de los tripulantes del trasbordador, lo que les ocupará varias horas.

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