Iniciada con éxito última misión de la EEI con transbordadores de EE. UU.
La nave espacial rusa Soyuz TMA-20, que despegó ayer desde el cosmódromo kazajo de Baikonur, se ha acoplado con éxito a la Estación Espacial Internacional (EEI) recibiendo a su nueva tripulación plurinacional.
Un cosmonauta ruso, otro italiano y una astronauta de la NASA pasarán en órbita más de 150 días para realizar varios experimentos científicos y recibir a dos transbordadores estadounidenses. Serán los últimos vuelos de este tipo de naves tras la decisión de la NASA de finalizar su programa.
El experto en asuntos espaciales y miembro de la Academia Rusa de Cosmonáutica Yuri Karash, analizó el papel que Rusia podrá desempeñar en esta situación. Tras el cese de lanzamientos de transbordadores norteamericanos, Rusia será el único país capaz de enviar a tripulantes a la EEI y traerlos de vuelta a la Tierra, indica el especialista.
Según él, el programa de transbordadores espaciales fue impulsado en 1972 por el presidente Nixon y por aquel entonces se consideraba que estos efectuarían vuelos con la misma frecuencia que los aviones regulares. Sin embargo ocurrió que a pesar de que Estados Unidos diseñó un aparato tan universal, no aumentó el número de clientes que desearan lanzar una carga útil al espacio.
Sin duda alguna, el transbordador es la nave más perfecta y universal creada por la humanidad, reconoce Karash, agregando que, sin embargo, el problema es que resulta poco segura y utilizarla es demasiado caro.