El fenómeno de los tsunamis
El tsunami provocado por el terremoto más grave en la historia de Japón ha causado enormes daños al país, pero este fenómeno no es algo raro en la región del Océano Pacífico, especialmente en las aguas niponas, donde aparecen, como media, una vez cada siete años.
Un tsunami (en ocasiones denominado también maremoto) es una ola o un grupo de olas de gran tamaño y que avanza a gran velocidad, que se producen cuando algún fenómeno extraordinario desplaza verticalmente una gran masa de agua. Un 90% de estos fenómenos son provocados por terremotos. Este tipo de olas desplazan una cantidad de agua muy superior a las olas superficiales producidas por el viento.
La zona más afectada por ellos es el Océano Pacífico. Por esta razón, es el único océano que cuenta con un sistema de alertas verdaderamente eficaz. Los maremotos son destructivos cuando son provocados por sismos de una magnitud de 7,5 en la escala de Richter y pueden ser muy destructivos si el movimiento sísmico tiene una intensidad mayor de los 8,3 grados.
El tsunami más devastador de los últimos años se produjo tras el terremoto del Océano Índico de diciembre de 2004 que afectó a casi todo el sur y sureste de Asia, incluyendo los territorios de Indonesia, Sri Lanka, India y Tailandia. Una serie de tsunamis causaron más de 230.000 muertos e inundaron a una gran cantidad de comunidades costeras. En 1952 un terremoto de 8,2 grados causó un tsunami que arrasó las islas Kuriles (archipiélago perteneciente a Rusia situado entre el mar de Ojotsk y el océano Pacífico Norte), destruyendo la ciudad de Sévero-Kurilsk y causando la muerte de más de 2.300 personas.