Rusia pone en órbita el ojo espacial que todo lo ve
El cohete portador Zenit-2SB con el observatorio astrofísico espacial Spektr-R fue lanzado desde el cosmódromo de Baikonur (Kazajistán) a las 09:31 hora local (02:31 GMT), informó la agencia federal espacial rusa Roscosmos.
El observatorio fue creado en el marco del proyecto Radioastrón por la corporación Lávochkin por encargo de Roscosmos. El complejo de equipos científicos lo elaboró el Centro Astrocósmico del Instituto de Física de la Academia de Ciencias de Rusia.
El objetivo del proyecto es llevar a cabo diferentes estudios de varios objetos en el universo con una altísima resolución angular en los rangos de frecuencias centimétrico y decimétrico. El radiotelescopio, que está montado en un módulo de servicio, es una antena de recepción parabólica provista de amplificadores, convertidores y equipos transmisores que enviarán la información recolectada a la Tierra. El reflector de la antena, de 10 metros de diámetro, está dotado de un espejo central y de 27 pétalos.
Según el sitio web del proyecto, la órbita del telescopio tendrá una inclinación de 51,6 grados, un periodo de 7-10 días, un apogeo de 350.000-390.000 km, y un perigeo de 10.000-70.000 km. El radiotelescopio, que tiene una masa de 3.850 kg, tendrá una vida operativa de cinco años.
Spektr R funcionará en conjunto con tres grandes telescopios terrestres, ubicados en Púschino (provincia de Moscú, Rusia), así como en Green Bank (EE. UU.) y Tidbinbilla (Australia).
El complejo permitirá estudiar las profundidades del universo con una gran precisión, explicó el director general de la corporación Lávochkin, Víctor Jártov. "Científicos de todo el mundo esperan estos datos", concluyó el especialista.
Anteriormente se informó de que la precisión del telescopio ruso sería 250 veces mayor que la de los observatorios terrestres y 1.000 veces mayor que la del telescopio orbital Hubble, que será retirado en 2012.
Radioastrón estudiará los núcleos de las galaxias, los agujeros negros supermasivos, las estrellas de neutrones, los campos magnéticos y los rayos cósmicos, entre otros fenómenos. Además, los dispositivos podrán registrar efectos de la materia oscura y la energía oscura, detectar las regiones de formación de estrellas y sistemas planetarios, y medir las características de los púlsares y otras fuentes de irradiación en el espacio.
El lanzamiento de RadioAstrón también ampliará las posibilidades de Rusia de monitorear la actividad solar, que según algunos pronósticos aumentará en los próximos meses.