Bastaría cavar unos 3 km para acceder al agua en estado líquido en la luna Europa
Un equipo de científicos estadounidenses elaboró el primer modelo volumétrico de la corteza de Europa: uno de los satélites de Júpiter. Revela que además del gran océano situado bajo la capa superficial de hielo y polvo, la luna goza de unos depósitos de agua en estado líquido en el grosor de esa misma capa.
Según afirman los autores de una reciente publicación en la revista 'Nature', el descubrimiento presagia una confortable estancia en Europa de una futura misión espacial. Sus tripulantes podrán extraer el agua a una profundidad de tan solo 3 kilómetros.
Las supuestas salmueras que penetran desde abajo la corteza planetaria, dice el experto de la revista Laszlo Keszthelyi, autor de la introducción al ensayo principal, podrían ser responsables por la aparición de los enigmáticos terrenos accidentados por múltiples fallas. Precisamente este tipo de paisaje son las imágenes en color sacadas desde la órbita de Europa a comienzos de los años 2000 por la sonda Galileo.
La topografía de distintas regiones de la luna joviana indica que unos grandes volúmenes de agua, comparables con los Grandes Lagos de Norteamérica o el lago Baikal en Asia, se encuentran —y se mueven de manera perpetua— por encima de la capa líquida principal. Es decir, los científicos los ubican dentro de lo que denominaron 'cáscara', refiriéndose a cierta semejanza estructural de aquel cuerpo celeste con una fruta. Por su culpa, el relieve experimenta unos cambios incesantes, en particular en las zonas donde la capa de hielo es relativamente más delgada.
La región denominada Caos de Conamara, por debajo de la que la corteza firme, no tiene más de 10 kilómetros de profundidad. Su aspecto de matriz esconde en su seno unas gigantes cúpulas acuáticas, cuya forma y temperaturas se correlacionan matemáticamente con las fallas tectónicas superficiales. Precisamente para esa zona el modelo predice unas nuevas quiebras en un futuro próximo. Serían acompañadas con la salida de ciertas cantidades de agua a la superficie, donde las temperaturas oscilan entre -160º y -210º centígrados.