Ciencias
La invisibilidad, cada vez más cerca
Especialistas de la Universidad de Saint Andrews (Escocia) han desarrollado un método que permite invisibilizar objetos sin ningún material especial. Según señalan, dos láseres bien dirigidos bastan para activar el efecto de la transparencia electromagnéticamente inducida (TEI).
La TEI es un fenómeno óptico que consiste en crear un ambiente transparente respecto a un cierto registro de frecuencias dentro de una línea de absorción. Dentro de esta 'ventana' de la transparencia se genera también una dispersión extrema, lo que desacelera considerablemente la velocidad de la luz.
Según los científicos británicos, activar este fenómeno para que esconda el objeto de la vista no es una tarea difícil. Los electrones en los átomos se ubican en niveles energéticos diferenciados. Cuando los electrones pasan de un nivel a otro, el átomo absorbe o radia los fotones. Si se dirigen dos láseres que radian ondas cortas a cualquier materia, se pueden excitar los electrones hasta el grado en el que ya no serán capaces de absorber ni de radiar los fotones, al menos, para las ondas que sean de la misma longitud que las provenientes de los láseres.
Es todo. Para una luz entrante este ambiente será transparente, sin necesidad alguna de recurrir a los costosos metamateriales (materiales artificiales que presentan propiedades electromagnéticas inusuales que proceden de la estructura diseñada, y no de sus constituyentes).
Para aumentar la eficacia del efecto de la TEI, sugieren agregar al material átomos donde los electrones pueden ubicarse a cinco niveles energéticos diferentes.
Para controlar la invisibilidad, hace falta controlar el nivel de refracción aplicando un campo magnético exterior. Si la densidad del campo es repartida correctamente, el material se hace invisible y 'esconderá' también todos los objetos que cubra. Al encender y apagar el campo magnético, se podrá activar y desactivar la invisibilidad.
Según los científicos británicos, activar este fenómeno para que esconda el objeto de la vista no es una tarea difícil. Los electrones en los átomos se ubican en niveles energéticos diferenciados. Cuando los electrones pasan de un nivel a otro, el átomo absorbe o radia los fotones. Si se dirigen dos láseres que radian ondas cortas a cualquier materia, se pueden excitar los electrones hasta el grado en el que ya no serán capaces de absorber ni de radiar los fotones, al menos, para las ondas que sean de la misma longitud que las provenientes de los láseres.
Es todo. Para una luz entrante este ambiente será transparente, sin necesidad alguna de recurrir a los costosos metamateriales (materiales artificiales que presentan propiedades electromagnéticas inusuales que proceden de la estructura diseñada, y no de sus constituyentes).
Para aumentar la eficacia del efecto de la TEI, sugieren agregar al material átomos donde los electrones pueden ubicarse a cinco niveles energéticos diferentes.
Para controlar la invisibilidad, hace falta controlar el nivel de refracción aplicando un campo magnético exterior. Si la densidad del campo es repartida correctamente, el material se hace invisible y 'esconderá' también todos los objetos que cubra. Al encender y apagar el campo magnético, se podrá activar y desactivar la invisibilidad.
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