Ciencias
Las algas combaten el calentamiento global
Un estudio oceanográfico muestra que fertilizar los oceános con hierro hace crecer el fitoplacnton que al morir absorbe grande cantidades de dióxido de carbono enfriando la Tierra.
Esto concluye un estudio oceanográfico recientemente publicado en la revista Nature. Los científicos realizaron desde 2004 experimentos para el florecimiento masivo de algas en el océano Antártico y encontraron que el hierro ayuda a la fertilización, hace crecer rápidamente el fitoplancton que al morir de hunde y absorbe el dióxido de carbono causante del calentamiento global.
El equipo del profesor Víctor Smetasek, del Instituto de Investigación Polar y Marina de la Universidad de Wegener en Alemania, arrojó siete toneladas de sulfato de hierro en algunas partes del océano Antártico donde el nivel de hierro es muy bajo. En tan solo una semana se registró un florecimiento masivo de fitoplancton. Tres semanas después, este comenzó a morir y sus restos se hundieron en el fondo del mar donde absorbieron dióxido de carbono (CO2).
Según el oceanólogo canadiense John Cullen, este estudio mejora la comprensión de los procesos bioquímicos que influyen en el clima.
El grupo de Smetasek subraya que este método de la geoingeniería en el futuro podría absorber poco más de una giga tonelada (o mil millones de toneladas) de CO2 al año, lo que resulta significativo si se tiene en cuenta que anualmente se emiten alrededor de nueve giga toneladas de CO2, cuatro de las cuales se acumulan en la atmósfera. Sin embargo, tan solo el 'bloqueo' de una parte de CO2 podría afectar significativamente al cambio climático, advierten los expertos.
Además, los investigadores opinan que el uso del hierro para este fin sería mucho más barato que otros posibles métodos de geoingeniería y reconocen la necesidad de hacer más experimentos para obtener resultados más precisos.
El equipo del profesor Víctor Smetasek, del Instituto de Investigación Polar y Marina de la Universidad de Wegener en Alemania, arrojó siete toneladas de sulfato de hierro en algunas partes del océano Antártico donde el nivel de hierro es muy bajo. En tan solo una semana se registró un florecimiento masivo de fitoplancton. Tres semanas después, este comenzó a morir y sus restos se hundieron en el fondo del mar donde absorbieron dióxido de carbono (CO2).
Según el oceanólogo canadiense John Cullen, este estudio mejora la comprensión de los procesos bioquímicos que influyen en el clima.
El grupo de Smetasek subraya que este método de la geoingeniería en el futuro podría absorber poco más de una giga tonelada (o mil millones de toneladas) de CO2 al año, lo que resulta significativo si se tiene en cuenta que anualmente se emiten alrededor de nueve giga toneladas de CO2, cuatro de las cuales se acumulan en la atmósfera. Sin embargo, tan solo el 'bloqueo' de una parte de CO2 podría afectar significativamente al cambio climático, advierten los expertos.
Además, los investigadores opinan que el uso del hierro para este fin sería mucho más barato que otros posibles métodos de geoingeniería y reconocen la necesidad de hacer más experimentos para obtener resultados más precisos.
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