Luna llena... de agua
La geóloga Yang Liu y sus colegas de la Universidad de Tennessee (EE.UU.) analizaron muestras de la superficie lunar traídas a la Tierra por las misiones Apollo, la mayoría de ellas por el astronauta Neil Armstrong, y vieron que contenían restos de agua en algunos de sus componentes.
El análisis de las muestras puso al descubierto similitudes entre estos restos de agua y los iones de hidrógeno presentes en el viento solar, lo que induce a creer que fue este viento el responsable de transportar iones de hidrógeno hasta la Luna.
"El bombardeo del viento solar es un proceso constante. En la actualidad necesitamos reconsiderar nuestro concepto sobre presencia de agua en nuevos lugares del Sistema Solar", subrayó Liu.
En 2009 la NASA confirmó que la Luna contiene grandes cantidades de agua. La misión 'Satélite de Observación y Detección de Cráter Lunar’ (LCROSS, según sus siglas en ingles) llevada a cabo en octubre de ese año consistió en impactar contra el polo sur de la Luna un cohete de más de dos toneladas, lo que levantó el terreno y permitió que un pequeño satélite de la NASA recogiera muestras y las enviara a la tierra.
Si bien es cierto que los científicos siempre pensaron que en el satélite terrestre
no había agua, a lo largo de la década de 1990 la NASA comenzó a
detectar evidencias indirectas de su presencia en la Luna. La Misión
LCROSS fue diseñada para poner fin a esta especulación.