Ciencias
Científicos proponen atacar al Apophis con otro asteroide para evitar el impacto mortal
Científicos rusos están elaborando un proyecto para evitar posibles impactos de asteroides con la Tierra y proponen desviar la trayectoria de los cuerpos celestes peligrosos recurriendo a otros más pequeños.
Uno de los autores del proyecto, Natan Eismont, propone lanzar un asteroide-cohete con la ayuda de la gravedad y 'abatir' a otro más grande y peligroso, como, por ejemplo, el Apophis.
Según los especialistas, la maniobra de gravedad, que utiliza el campo gravitatorio de la Tierra, permite de una manera significativa aumentar la velocidad del aparato cósmico.
Los cálculos de Eismont demuestran que para realizar esta maniobra y lanzar un asteroide-cohete con un diámetro de 15 metros y peso de 1.400 toneladas se necesitan 1,2 toneladas de combustible y un propulsor de tiro de unos 30 kilogramos.
“Con una maniobra de gravedad se puede aumentar la velocidad hasta en 3 kilómetros por segundo”, señala Eismont.
Primeramente para evaluar mejor los riesgos que supone el meteorito para nuestra civilización, la agencia espacial rusa Roscosmos, que apoya en este proyecto, planea lanzar una misión robótica al asteroide. El plan consiste en posar un módulo en la superficie del Apophis y establecer allí una radiobaliza.
La misión, que se pondrá en marcha después del 2020, permitirá recibir las señales, de tal forma que los astrónomos puedan calcular mejor el movimiento del asteroide y el efecto de su paso cerca de la Tierra en el 2029.
La segunda etapa es colocar un propulsor a un asteroide-cohete. El candidato más conveniente a convertirse en ‘cohete’, según afirman los especialistas, es el asteroide 2011 UK10. Para que destruya al Apophis en junio del 2027, el propulsor del 2011 UK10 será lanzado el diciembre del 2021, a bordo del lanzacohetes ruso Protón, mientras que el proceso de instalación finalizaría para agosto del 2022.
El grupo de científicos de diferentes universidades rusas liderado por David Dunham, que se ocupan de este problema, cuenta en Rusia con un laboratorio de modelación matemática de los métodos de defensa contra la amenaza de asteroides y cometas.
Otros proyectos de defensa
Actualmente, científicos espaciales de todo el mundo están elaborando diferentes proyectos para evitar la posible catástrofe. Sin embargo, según Eismont y sus colegas, su proyecto es el más seguro y eficaz.
Otros métodos, como la utilización de la gravedad de otro satélite más grande, que cambiaría la trayectoria del asteroide o pintarlo de color blanco y usar la energía solar para desviarlo de su trayectoria tendrían poca influencia en el cuerpo celeste y demandarían mucho más tiempo, mientras que recurrir a un arma nuclear para producir una explosión y destruir al asteroide acumula muchos problemas ecológicos, así como políticos.
Las observaciones indican que en 2029 el asteroide Apophis pasará a una distancia de 36.000 kilómetros de la Tierra y el campo gravitatorio del planeta puede modificar su trayectoria, de manera que su nuevo acercamiento en 2036 podría terminar en un desastre.
Según los especialistas, la maniobra de gravedad, que utiliza el campo gravitatorio de la Tierra, permite de una manera significativa aumentar la velocidad del aparato cósmico.
Con una maniobra de gravedad se puede aumentar la velocidad hasta en 3 kilómetros por segundo”
Los cálculos de Eismont demuestran que para realizar esta maniobra y lanzar un asteroide-cohete con un diámetro de 15 metros y peso de 1.400 toneladas se necesitan 1,2 toneladas de combustible y un propulsor de tiro de unos 30 kilogramos.
“Con una maniobra de gravedad se puede aumentar la velocidad hasta en 3 kilómetros por segundo”, señala Eismont.
Primeramente para evaluar mejor los riesgos que supone el meteorito para nuestra civilización, la agencia espacial rusa Roscosmos, que apoya en este proyecto, planea lanzar una misión robótica al asteroide. El plan consiste en posar un módulo en la superficie del Apophis y establecer allí una radiobaliza.
La misión, que se pondrá en marcha después del 2020, permitirá recibir las señales, de tal forma que los astrónomos puedan calcular mejor el movimiento del asteroide y el efecto de su paso cerca de la Tierra en el 2029.
La segunda etapa es colocar un propulsor a un asteroide-cohete. El candidato más conveniente a convertirse en ‘cohete’, según afirman los especialistas, es el asteroide 2011 UK10. Para que destruya al Apophis en junio del 2027, el propulsor del 2011 UK10 será lanzado el diciembre del 2021, a bordo del lanzacohetes ruso Protón, mientras que el proceso de instalación finalizaría para agosto del 2022.
El grupo de científicos de diferentes universidades rusas liderado por David Dunham, que se ocupan de este problema, cuenta en Rusia con un laboratorio de modelación matemática de los métodos de defensa contra la amenaza de asteroides y cometas.
Otros proyectos de defensa
Actualmente, científicos espaciales de todo el mundo están elaborando diferentes proyectos para evitar la posible catástrofe. Sin embargo, según Eismont y sus colegas, su proyecto es el más seguro y eficaz. Otros métodos, como la utilización de la gravedad de otro satélite más grande, que cambiaría la trayectoria del asteroide o pintarlo de color blanco y usar la energía solar para desviarlo de su trayectoria tendrían poca influencia en el cuerpo celeste y demandarían mucho más tiempo, mientras que recurrir a un arma nuclear para producir una explosión y destruir al asteroide acumula muchos problemas ecológicos, así como políticos.
Las observaciones indican que en 2029 el asteroide Apophis pasará a una distancia de 36.000 kilómetros de la Tierra y el campo gravitatorio del planeta puede modificar su trayectoria, de manera que su nuevo acercamiento en 2036 podría terminar en un desastre.
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