El precio del petróleo: Preguntas tras el desplome

El precio del petróleo ha caído casi un 50% desde junio hasta alcanzar su nivel mínimo de los últimos cinco años. El destino de la industria es uno de los principales problemas para la economía mundial en 2015.

¿Cuáles son los motivos de la actual crisis petrolera? ¿Quién se beneficia de la caída de los precios y quiénes son los que más pierden? ¿Qué pasará con el sector este año? Estas son algunas de las preguntas que se hacen los analistas y a las que intenta responder un nuevo artículo del periódico 'The New York Times'.

Las causas del desplome del precio tienen sus raíces en la teoría de la oferta y la demanda, reza el artículo, explicando que la producción doméstica de EE.UU. casi se ha duplicado en los últimos seis años, empujando a los exportadores del petróleo hacia los mercados asiáticos y obligándolos a competir y a bajar los precios.

Por otro lado, las economías de Europa y de los países en desarrollo se están debilitando mientras que los vehículos son cada vez más eficientes energéticamente, factores que provocan la reducción de la demanda de combustible.

En estas condiciones los consumidores europeos y de otros países del mundo pueden disfrutar de una serie de beneficios relacionados con la caída de los precios de gasolina, calefacción y gas natural.

A su vez, los más afectados por la crisis son los estados productores del petróleo, como Venezuela, Irán, Nigeria, Ecuador, Brasil y Rusia. En este contexto, existen varias teorías de la conspiración, algunas de las cuales alegan que se trata de un plan dirigido a debilitar la economía de algunos actores, como Rusia e Irán.

Sin embargo, la lista de las posibles víctimas no se limita a los mencionados estados. Así, frente a la caída de los precios, las monarquías del golfo Pérsico podrían disminuir sus inversiones por todo el mundo, e incluso cortar la ayuda a algunos países, como Egipto. Además, algunos estados de EE.UU., entre ellos Alaska, Dakota del Norte, Texas, Oklahoma y Luisiana, se enfrentarían a desafíos económicos.

El futuro de la industria sigue siendo incierto. Incluso los más optimistas coinciden en que es muy dudoso que el precio del petróleo se sitúe en los 70 dólares por barril para finales del año, mientras que algunos de los analistas petroleros predicen que podría caer por debajo de los 40 dólares antes de comenzar a recuperarse.