Rusia, nueva víctima de S&P: ¿Cómo manipula la agencia?
Teóricamente las calificaciones crediticias de este tipo de agencias reflejan el riesgo de impago de la deuda soberana de determinado país. Es un indicador especial que permite a los inversores revisar sus propios cálculos relacionados con la calidad crediticia de valores. En otras palabras, cuando un país o una empresa quiere emitir acciones y bonos en los mercados, debe obtener la certificación de una agencia que de modo independiente debería evaluar y calificar el producto financiero para la mayor transparencia de las transacciones.
No obstante, la deuda externa total de Rusia en el último año se redujo de 729.000 millones de dólares a 600.000 millones. Al mismo tiempo, la deuda corporativa ante los acreedores extranjeros se redujo en 104.000 millones dólares. Según Lenta.ru, el balance de pagos del país permite afirmar que la decisión de S&P puede estar políticamente motivada; además la compañía tiene muchos antecedentes similares.
Standard & Poor's, Moody's y Fitch controlan el 90% de la evaluación de bonos emitidos en los mercados de capitales. Entre los casos más sonados de manipulación llevada a cabo por S&P en busca de sus objetivos se encuentran los siguientes:
México: Dos días después de que México devaluara su divisa a finales de 1994, S&P todavía calificaba muy favorablemente los bonos de deuda mexicana (AA+).
Enron: La empresa recibía la categoría "alto grado de inversión" cuando ya había estallado y sus acciones se habían desplomado de 70 a 3 dólares. S&P tan solo degrado la nota del gigante energético Enron unos días antes de su colapso en 2001.
WorldCom: De la misma manera que en el caso de Enron, la agencia ocultó la verdadera evaluación de la segunda compañía de telecomunicaciones de EE.UU. con filiales en más de 60 países, escondiendo sus deudas hasta su colapso en 2002.
Parmalat: Hasta pocos días antes de la quiebra en 2003, la agencia de calificación financiera continuó aconsejando a sus clientes que invirtieran en Parmalat a pesar de conocer la situación financiera de la compañía. Standard and Poor's fue condenada por la justicia italiana a reembolsar 784.000 euros a Parmalat por haber falseado sus cuentas y no haber informado de la situación real a la empresa.
Hipotecas 'subprime': Antes de la crisis de los bonos de hipotecas 'subprime' de 2008, S&P dio la máxima calificación crediticia a las hipotecas basura.
Lehman Brothers: La entidad bancaria tenía una calificación crediticia de A, que indica un sólido grado de solvencia y una probabilidad remota de incurrir en impago, hasta el día de su quiebra en 2008. Y esto a pesar de que en realidad el endeudamiento de la entidad se había más que duplicado en seis años y el volumen de su deuda excedía claramente el de sus activos.