Una 'deuda bomba' lleva a Ucrania cada vez más hacia la bancarrota. Y en esa situación, la ayuda financiera de Occidente es la única oportunidad de salvarse, asegura la revista 'Forbes'. Los inversores extranjeros reunieron sus fuerzas para desarrollar un plan de restructuración de la deuda, pero el proyecto no supone la reducción de la misma, lo que hace imposible el pago de los intereses.
Al mismo tiempo, la caída de PIB en casi un 50%, causada por las medidas de austeridad impuestas por el Fondo Monetario Internacional (FMI), las grandes pérdidas de bienes en Crimea y la guerra civil en el este del país, alientan la salida de mano de obra cualificada del país, lo que empeora la situación económica.
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Por otra parte, está la corrupción que baja la efectividad de los préstamos de las organizaciones financieras. "Cualquier crédito que ofrezca el FMI será robado en parte por el Gobierno. Ucrania ha sido siempre un Estado corrupto, gobernado por un grupo de oligarcas ricos", advierte la revista.