El año pasado Moldavia, uno de los países más pobres de Europa, perdió un octavo de su PIB, 1.000 millones de dólares, fruto de un sonado escándalo bancario, escribe Global Post. Según varias informaciones, el dinero desapareció el pasado noviembre en una serie de préstamos de tres grandes bancos, Banca de Economii, Unibank y Banca Sociala, a destinatarios aún desconocidos.
Los fiscales moldavos, en colaboración con varias empresas occidentales, incluida la firma de auditoría estadounidense Kroll, están buscando a los culpables.
"¡Es inexplicable cómo se puede robar una suma tan grande en un país tan pequeño!", se sorprende el representante de la UE en Moldavia, Pirkka Tapiola, citado por 'Le Monde'.
Unos 10.000 manifestantes salieron a la calle el pasado 3 de mayo en Chisinau, la capital del país, para protestar contra la corrupción, generalizada en este país de 3,5 millones de personas tras el colapso de la URSS, recuerda 'Global Post'.
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