Aquí están las tres razones por las cuales se podría dar ese escenario.
1. El juicio erróneo
"Algunos en Europa, especialmente en Alemania, parecen indiferentes a la salida de Grecia de la zona euro. Otros incluso sugieren que sería bueno para la unión monetaria", señala el economista. Un grado similar de autocomplacencia fue evidente en Estados Unidos antes del colapso de Lehman Brothers en septiembre del 2008. En aquel momento los mercados y los políticos no apreciaron plenamente los vínculos entre las instituciones financieras.
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2. La fuga de capital y especialistas
En Europa ya se ve cómo el capital y la gente con talento abandonan las economías afectadas por la crisis. Como resultado estos países se vuelven menos capaces de pagar sus deudas y así se desarrolla un círculo vicioso de descenso inevitable.
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3. La pérdida de fe en el euro
El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, declaró en 2012 que las autoridades monetarias harían "lo que sea necesario" para preservar el euro. Pero si los países de la UE dejan que se retire Grecia otros países del bloque sentirán que el euro ya no es un compromiso vinculante entre ellos. Esto desestabilizaría la economía y ninguna cantidad de reaseguro por parte del BCE y los líderes de Europa sería suficiente para refrenarlo.