La medida, fruto de la crisis en Ucrania, y de la que Occidente responsabiliza a Rusia, se ha prolongado por seis meses.
La sanciones bloquean el acceso a los capitales de la UE a numerosos bancos y compañías rusas controladas por el Estado.
Las sanciones de Bruselas también limitan los suministros a Rusia de armas, material bélico y tecnologías militares y de doble propósito, así como equipos de alta tecnología en el sector petrolero.
"Rusia considera estas sanciones como injustificadas e ilegales", comentó Dmitri Peskov, el secretario de prensa de la Presidencia rusa, citado por la agencia Tass.
Resaltó que las sanciones "lesionan no solo los intereses de negocios en nuestro país, sino también los intereses de los contribuyentes en estos países europeos".
"Rusia nunca ha recurrido a sanciones de forma unilateral, pero considerando la prolongación, actuaremos de forma recíproca", agregó el portavoz del Kremlin.
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La UE, junto con varios países occidentales, introdujo sanciones contra varios funcionarios rusos en marzo del 2014, añadiendo medidas económicas en agosto del 2014 y ampliándolas en septiembre pasado.
La semana pasada la UE amplió sus sanciones económicas por un año más contra Crimea, península que votó en referéndum separarse de Ucrania y reintegrarse a Rusia el año pasado.