En comparación con los pronósticos negativos de finales del año pasado, el impulso de la recuperación de la economía rusa es más que evidente, informa el periódico chino 'Diario del Pueblo'.
Recientemente, el Banco Mundial y otras entidades internacionales han modificado sus pronósticos y predicen que en 2016 y 2017 la economía rusa alcanzará un crecimiento positivo de 0,6% y 2,7% respectivamente. Las declaraciones del Gobierno ruso son aún más optimistas, ya que esperan recuperar el crecimiento ya este año.
En 2014 el crecimiento del PIB ruso fue del 0,6%. El año pasado, cuando el rublo se desplomó casi un 50%, la comunidad internacional ponía en duda la futura estabilidad de la economía rusa. No obstante, ya en el segundo trimestre de este año se han hecho evidentes los indicios de tendencias positivas, como la reducción de la caída del PIB y el freno del aumento de la inflación mensual. La situación financiera en Rusia es estable pese a la devaluación del rublo, que sigue siendo una divisa convertible.
El crecimiento económico de Rusia se explica por motivos diferentes. En primer lugar porque los precios del petróleo han vuelto a subir. En segundo lugar, porque el Gobierno ruso elaboró un plan anticrisis que prevé apoyar el sistema bancario del país, a los emprendedores, la promoción activa de la sustitución de importaciones y la optimización de los gastos del presupuesto. Pese a las tensiones entre Occidente y Moscú, Rusia no se siente abandonada, como lo demuestran los importantes acontecimientos internacionales que el país ha acogido este año, como la cumbre de los BRICS y la de la OCS.