No tendrá un camino fácil. Tendrá la difícil tarea de estimular el crecimiento económico de EE.UU., además de tomar delicadas decisiones políticas y económicas, porque de lo contrario, será recordado como el presidente que permitió, entre otras cosas, el ascenso de China, sostiene el economista Samuel Rines en su artículo de la revista 'The National Interest'.
1. Nueva normalización de la Reserva Federal
Independientemente de que las tasas de interés suban y en qué medida, el nuevo presidente se enfrentará a una política monetaria menos transigente. Una postura moderadamente más estricta de la Fed podría ser positiva para el mandatario entrante: una postura ligeramente más ajustada suele indicar una economía más fuerte. La Reserva Federal está empezando una nueva normalización, pero en lugar de ajustar por necesidad, lo está haciendo para evitar estar en su límite más bajo en caso de que tenga lugar una crisis, o al menos en cierta medida disminuir la presión del Congreso.
2. Las consecuencias de un lento crecimiento
Hay una clara posibilidad de un crecimiento potencialmente inferior para EE.UU., también conocida como estancamiento secular. En parte debido a la demografía, con una fuerza laboral que envejece. Un lento crecimiento de EE.UU. requerirá tasas de interés inferiores e intervenciones posiblemente más frecuentes de la Reserva Federal.
3. El pivote económico de China
Se trata entre otros aspectos del respaldo del Fondo Monetario Internacional al yuan como moneda oficial de reserva, que representará un radical cambio en la economía global. El ascenso del yuan puede acelerar el cambio a un régimen económico verdaderamente bipolar, y la economía de EE.UU. necesitará tiempo para adaptarse a la elaboración de un duopolio político y económico.
4. Los polémicos acuerdos comerciales
Ni el Acuerdo Estratégico Trans-Pacífico de Asociación Económica (TPP), ni la Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión (TTIP) son perfectos. Pero ser perfecto y necesario son dos cosas diferentes. Sin el TPP, las reglas de comercio en Asia se escribirían sin la participación de EE.UU. Los beneficios económicos inmediatos no son el objetivo de este acuerdo, sino que se trata de una activa participación de Washington con una Asia emergente, para estar presente en la mesa donde se establecen las reglas del comercio. Además, servirá como un contrapeso económico a China.
El TTIP, por otro lado, tiene objetivos económicos. Los resultados de este pacto tendrían importantes efectos para el futuro de las normas reguladoras del comercio mundial. Ambos acuerdos son críticos a su manera, pero necesarios para EE.UU.
5. Deuda del préstamo estudiantil
El saldo de la deuda estudiantil es de más de un billón de dólares. Esto no es simplemente un problema de los jóvenes y afectará a varias generaciones. La deuda estudiantil reduce el consumo y es un lastre para el crecimiento económico del país. Tratar este problema podría ser un mecanismo eficaz para provocar un rápido crecimiento económico a mediano plazo.