La pérdida de valor de las materias primas y la desaceleración de China son los principales factores que llevaron a la mayoría de los países latinoamericanos a la crisis. Sin embargo, Chile, Colombia y Perú lograron evitarla. Para eso, anticiparon algunas medidas, como el equilibrio económico, la devaluación, la fortaleza fiscal y las políticas monetarias adecuadas.
Gracias a esas variables, su Producto Interno Bruto se mantuvo en alza durante el año pasado, con Colombia al frente del crecimiento, con un 3%, aunque el FMI prevea que en 2016 bajará al 2,7%. Por su parte, Perú este año alcanzará el 3,3% y Chile mantendrá un 2,1%. Panoramas todos alejados de la situación recesiva que enfrentan Brasil, Argentina, Venezuela y Ecuador, publicó el portal Dirigentes Digital.
La bonanza que atraviesan estos tres países responde a un proceso de ajuste relativamente ordenado
Según Alejandro Werner, director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, la bonanza que atraviesan estos tres países responde a "un proceso de ajuste relativamente ordenado" en el que la "combinación de políticas económicas", como "grandes depreciaciones del tipo de cambio, consolidación fiscal y políticas monetarias acomodaticias", permitió "evitar una contracción económica". Además, destacó, continúan "firmes" sus "bases de crecimiento", como "políticas y mercados financieros sólidos, instituciones creíbles y costos favorables de endeudamiento externo".
En cuanto a México, Werner destaca su recuperación basada en la "demanda interna privada y en los efectos de contagio de la fortaleza económica de Estados Unidos", a la vez que, por último, asegura que la caída del precio del petróleo solo tendrá un "efecto limitado en las finanzas públicas" durante este año.
Por el contrario, los desequilibrios macroeconómicos y las distorsiones microeconómicas caracterizan a la recesión que golpea a Brasil, Argentina, Ecuador y Venezuela, que fueron fuertemente afectados por la pérdida de valor de las materias primas y la desaceleración de la economía china. Además, toda la región podría sentir las consecuencias de los cambios que impulse la Reserva Federal de Estados Unidos.