Tras la victoria del precandidato republicano Donald Trump en el caucus de Nevada, el Gobierno de China ha advertido a Estados Unidos que no debe adoptar políticas monetarias punitivas que puedan perturbar las relaciones entre Pekín y Washington.
De manera sutil, la portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Hua Chunying, ha asegurado que "seguimos con interés las elecciones presidenciales de EE.UU.", pero cuando le han preguntado cuál sería la reacción de Pekín ante una eventual presidencia de Trump —que ha anunciado un plan para gravar los productos de China porque estima que este país manipula el valor de su moneda—, la vocera no ha realizado más comentarios "por tratarse de asuntos internos" norteamericanos, según cita 'The Washington Free Beacon'.
Sin embargo, la representante del gigante asiático quiso hacer hincapié en que "China y EE.UU., como el país en desarrollo y el país desarrollado más grandes del mundo, llevamos sobre nuestros hombros grandes responsabilidades a la hora de salvaguardar la paz mundial, la estabilidad y la seguridad, además de a la hora de guiar el desarrollo mundial".
La última victoria de Trump aumenta sus posibilidades de ser el candidato republicano a la presidencia de EE.UU. En enero, el magnate se comprometió a imponer un arancel del 45 % a los productos chinos para compensar la devaluación de la moneda del país asiático.