Las energías renovables peligran en España por culpa de reformas engañosas
La energía fotovoltaica es la más afectada por todas esas medidas. Las tarifas introducidas prevén que se cobrará incluso por el autoconsumo. Se trata de un peaje por utilizar la red eléctrica, una medida que incluso la propia Comisión Nacional de la Energía considera discriminatoria.
"Es una estafa a todos los que han puesto y tienen intención de poner paneles fotovoltaicos", opina un consumidor autónomo. Y eso que en este caso se trata de una energía gratuita, la solar, en un país donde abunda el sol, agrega. Su decisión es desenchufar sus baterías de la red si la amenaza de una cuantiosa multa lo obliga a ello.
Efectivamente, no declarar una placa solar conllevará una sanción de hasta 60 millones de euros: una multa desproporcionada, idéntica a la que se impone, por ejemplo, por expulsar a la atmósfera residuos nucleares.
Las nuevas reglas del juego ponen también límite a los inversores, especialmente a los pequeños, que desde el 2010 sufren reducciones en las primas que les prometieron. Algunos pusieron todos sus bienes como aval para conseguir un crédito bancario al amparo de un programa gubernamental de promoción de las energías renovables. Y fue el Ejecutivo la parte que primero se negó a cumplir con sus compromisos.
"Es un engaño total", exclama uno de esos inversores. "No se puede llevar a personas a hacer una inversión con unos contratos con unas normas que eran para un tiempo, donde iba a ser rentable y todo iba a ir bien. Y que ahora, de golpe y porrazo, una de las partes se niegue a cumplir. Van a causar un daño humano que creo que no lo han valorado".
Los expertos de la Unión Fotovoltaica de España advierten que con estas prácticas se está arruinando no solo a algunos deudores particulares, sino a todo un sector en el que España había sido líder. La energía solar daba trabajo a cerca de 40.000 personas a comienzos de la crisis económica. Actualmente el sector ocupa solo a 7.500 trabajadores, pero incluso estos podrían perder el empleo con la política actual.
Además de las consecuencias internas, Bruselas ha abierto recientemente un expediente contra España por no cumplir con la normativa europea sobre las fuentes de energías renovables. En 2020 estas energías tendrían que suponer una cuota del 20% en el total de electricidad generada. Pero desde dentro del sector se ve que incluso los logros de los años pasados han sido borrados por las recientes decisiones.