Economía
EE.UU.: Colorado pide a los contribuyentes 1.000 millones de dólares para los colegios
El estado estadounidense de Colorado busca resolver la pésima situación que atraviesan sus escuelas pidiendo a los contribuyentes que aprueben un aumento de impuestos de 1.000 millones de dólares para recabar así más fondos para la educación.
En el distrito pobre San Luis Valley los estudiantes reciben las clases en un garaje de autobuses, utilizando láminas de plástico para mantener los gases de diesel a raya. En otro ya no hay fondos para enseñar a jóvenes inmigrantes que intentan aprender a leer. Y justo al sur de Denver, en un distrito donde uno de cada cuatro niños no tiene hogar, han reducido 10 puestos de personal y prevén reducir más, según informa el diario 'The New York Times'.
El referendo pedirá a los votantes sustituir la tasa impositiva vigente de ingresos del 4,6% con un sistema de dos niveles. Los residentes con ingresos imponibles por debajo de 75.000 dólares pagarían un 5%, y aquellos cuyos ingresos estén por encima de los 75.000 dólares abonarían un 5,9%. "Gran Cambio. Pequeño precio", proclaman los anuncios que apoyan la medida, conocida como Enmienda 66.
La enmienda también requeriría que el Estado dirigiera el 43% de su presupuesto a las escuelas, poniendo fin al actual sistema que vincula los aumentos a la tasa de inflación.
La iniciativa ha desatado un debate febril en un estado que hace dos décadas aprobó uno de los límites más estrictos de la nación sobre los impuestos y el gasto. Se trata de la última prueba para saber si los demócratas pueden persuadir a los votantes para que acepten impuestos más altos, haciéndolos depender de los fondos escolares.
Los partidarios dicen que la medida proveería suficiente dinero para revolucionar la educación de una generación. Los opositores, entre los que se incluyen los grupos anti-impuestos y los políticos republicanos, dicen que aumentaría los impuestos para las familias y las empresas en dificultades sin garantía de una mejor educación.
El referendo pedirá a los votantes sustituir la tasa impositiva vigente de ingresos del 4,6% con un sistema de dos niveles. Los residentes con ingresos imponibles por debajo de 75.000 dólares pagarían un 5%, y aquellos cuyos ingresos estén por encima de los 75.000 dólares abonarían un 5,9%. "Gran Cambio. Pequeño precio", proclaman los anuncios que apoyan la medida, conocida como Enmienda 66.
La enmienda también requeriría que el Estado dirigiera el 43% de su presupuesto a las escuelas, poniendo fin al actual sistema que vincula los aumentos a la tasa de inflación.
La iniciativa ha desatado un debate febril en un estado que hace dos décadas aprobó uno de los límites más estrictos de la nación sobre los impuestos y el gasto. Se trata de la última prueba para saber si los demócratas pueden persuadir a los votantes para que acepten impuestos más altos, haciéndolos depender de los fondos escolares.
Los partidarios dicen que la medida proveería suficiente dinero para revolucionar la educación de una generación. Los opositores, entre los que se incluyen los grupos anti-impuestos y los políticos republicanos, dicen que aumentaría los impuestos para las familias y las empresas en dificultades sin garantía de una mejor educación.
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