Economía
EE.UU., UE y la zona de libre comercio: cuando el dinero prevalece sobre la dignidad
Inesperadamente, la Comisión Europea anunció la reanudación de las negociaciones sobre la zona de libre comercio con EE.UU., suspendidas por el escándalo de espionaje de la NSA. La nueva ronda está prevista para los días 11-15 de noviembre.
El escándalo por los casos de espionaje provocó un conflicto táctico, pero la creación de una zona de libre comercio de escala transatlántica es un objetivo primordial para los interesados, ya que durante décadas proporcionaría a Occidente una ventaja competitiva. Como demuestra la situación actual, la disposición de Europa a hacer la vista gorda ante la violación de sus derechos indica que el interés por obtener beneficios está encima de los principios, y que ninguna de las revelaciones de Snowden puede ralentizar el proceso de negociaciones, publica el portal Ekspert.
Al mismo tiempo, Reding subrayó que el TTIP debe "acordarse adecuadamente y estar basado en la confianza", dijo, aludiendo a la pérdida de confianza provocada por las recientes revelaciones sobre las actividades de los servicios secretos de EE.UU.
El presidente del Partido Socialdemócrata de Alemania, Sigmar Gabriel, amenazó con un fracaso de las reuniones diplomáticas con EE.UU. si Washington no deja de espiar. Algunos importantes y respetado políticos europeos, como el presidente de la Comisión sobre Relaciones Exteriores del Parlamento Europeo, Elmar Brok, se pronunció en el mismo tono, diciendo que "no habrá diálogo mientras el Gobierno de EE.UU. no imponga restricciones razonables sobre el trabajo de sus servicios secretos en Europa".
El escándalo aumentó y llegó hasta el teléfono personal de Angela Merkel, pero la formación del mercado único entre la UE y EE.UU. sigue su curso y actualmente vemos cómo va acelerando el ritmo. "El escándalo del espionaje y la interceptación de conversaciones telefónicas de la canciller alemana, Angela Merkel, por parte de los servicios de inteligencia de EE.UU. no impedirán que se reanude el diálogo entre los representantes de la UE y el Gobierno estadounidense, suspendido a principios de octubre", reza un comunicado la Comisión Europea.
En teoría, una zona de libre comercio beneficiaría a los países de ambos lados del Atlántico. La economía de EE.UU. recibiría anualmente 90.000 millones de euros adicionales, y el presupuesto de la UE sería complementado con 100.000 millones de euros. Según las estimaciones de la Comisión Europea, si la zona se lanzara en 2015, en Europa se crearían 400.000 nuevos puestos de trabajo, y cada hogar europeo obtendría un aumento en sus ingresos de unos 545 euros.
Pese a la pérdida de confianza
Recientemente, la vicepresidenta de la Comisión Europea, Viviane Reding, señaló tres razones principales para acordar el Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones (TTIP, por su sigla en inglés): según la funcionaria, el tratado permitirá que crezca la economía, algo que tanto EE.UU. como la UE necesitan. El pacto también significará la eliminación de "barreras innecesarias" en el futuro, y ayudará a establecer normas de comercio internacional, aseguró.Al mismo tiempo, Reding subrayó que el TTIP debe "acordarse adecuadamente y estar basado en la confianza", dijo, aludiendo a la pérdida de confianza provocada por las recientes revelaciones sobre las actividades de los servicios secretos de EE.UU.
Vulneración de derechos
Sin embargo, no todos en la Comisión Europea se muestran optimistas en cuanto al diálogo económico con Washington, debido a que se sintieron perjudicados por el espionaje a sus ciudadanos. Varios políticos europeos declararon públicamente en repetidas ocasiones que no se pueden reanudar las negociaciones sin antes aclarar la situación de las escuchas telefónicas ilegales de la NSA a sus "aliados estratégicos más cercanos".El presidente del Partido Socialdemócrata de Alemania, Sigmar Gabriel, amenazó con un fracaso de las reuniones diplomáticas con EE.UU. si Washington no deja de espiar. Algunos importantes y respetado políticos europeos, como el presidente de la Comisión sobre Relaciones Exteriores del Parlamento Europeo, Elmar Brok, se pronunció en el mismo tono, diciendo que "no habrá diálogo mientras el Gobierno de EE.UU. no imponga restricciones razonables sobre el trabajo de sus servicios secretos en Europa".
Europa elige la bolsa
Pero la economía prevaleció sobre el principio de dignidad y el diálogo tuvo lugar. La primera ronda de negociaciones se celebró el 6 de septiembre, aunque por parte de la UE asistieron solo expertos, mientras que los altos funcionarios ignoraban la conferencia para expresar su indignación por la vigilancia masiva llevada a cabo por EE.UU.El escándalo aumentó y llegó hasta el teléfono personal de Angela Merkel, pero la formación del mercado único entre la UE y EE.UU. sigue su curso y actualmente vemos cómo va acelerando el ritmo. "El escándalo del espionaje y la interceptación de conversaciones telefónicas de la canciller alemana, Angela Merkel, por parte de los servicios de inteligencia de EE.UU. no impedirán que se reanude el diálogo entre los representantes de la UE y el Gobierno estadounidense, suspendido a principios de octubre", reza un comunicado la Comisión Europea.
Una 'OTAN económica'
El acuerdo, que ya ha sido calificado de 'OTAN económica', constituiría, de aprobarse, la mayor zona de libre comercio del planeta, ya que supondría el 50% de la actividad económica mundial.En teoría, una zona de libre comercio beneficiaría a los países de ambos lados del Atlántico. La economía de EE.UU. recibiría anualmente 90.000 millones de euros adicionales, y el presupuesto de la UE sería complementado con 100.000 millones de euros. Según las estimaciones de la Comisión Europea, si la zona se lanzara en 2015, en Europa se crearían 400.000 nuevos puestos de trabajo, y cada hogar europeo obtendría un aumento en sus ingresos de unos 545 euros.
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