Economía
El TLCAN, ¿20 años de pérdidas para México?
El crecimiento de México se debilitó considerablemente tras firmar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), destacan los expertos.
La incorporación de México a este Tratado (NAFTA en inglés) afectó gravemente a sus posiciones económicas, obstaculizando su progreso, opina Mark Weisbrot, codirector el Centro para la Investigación Económica y Política en un artículo publicado en 'The Guardian'.
"Si nos fijamos en los últimos 20 años, el cuadro no es halagüeño. El índice más básico de progreso económico, sobre todo para un país en desarrollo como México, es el crecimiento de la renta per cápita. De los 20 países de América Latina (América del Sur y Centroamérica más México), México ocupa el lugar 18º, con un crecimiento inferior al 1% anual desde 1994. Claro que es posible argumentar que México se habría desarrollado aún menos sin el TLCAN, pero entonces la pregunta sería, ¿por qué?", señala Mark Weisbrot.
Frente a estos datos, cabe destacar que entre 1960 y 1980 el PIB per cápita de México casi se duplicó, lo que se tradujo en un enorme aumento de los niveles de vida para la gran mayoría de los mexicanos.
"Si el país hubiera seguido creciendo a este ritmo, ahora tendría los niveles de vida europeos en la actualidad. Esto fue lo que ocurrió en Corea del Sur, por ejemplo", explica el experto.
Sin embargo, México inició un largo periodo de cambios hacia las políticas neoliberales que hicieron caso omiso al aspecto industrial y de desarrollo priorizando las políticas fiscales y monetarias más estrictas (a veces incluso en las recesiones).
"Estas políticas pusieron fin al período anterior de crecimiento y de desarrollo", destaca Weisbrot, agregando que estas políticas neoliberales antidesarrollo fueron consagradas en el tratado internacional.
"También ató a México aún más a la economía de EE.UU., que fue especialmente ineficaz en las dos décadas siguientes: el aumento de la tasa de interés de la Fed en 1994, el colapso del mercado de valores de EE.UU. (2000-2002), la recesión (2001) y, sobre todo, el colapso de la burbuja de vivienda y la gran recesión de 2008-2009 tuvieron un impacto mayor en México que en cualquier otro lugar en la región", explicó.
Desde el año 2000, la región de América Latina en su conjunto ha aumentado su tasa de crecimiento a un 1,9% anual per cápita. Pero en México no se observó este crecimiento, que se mantiene por debajo del 1%, menos de la mitad del promedio de la región, desde el año 2000.
"Y, como era de esperar, la tasa nacional de pobreza de México fue del 52,3% en 2012, básicamente el mismo que en 1994 (52,4%). Sin crecimiento económico es difícil reducir la pobreza en un país en desarrollo", explica Mark Weisbrot.
"Resulta difícil imaginar que México lo pueda hacer peor sin el TLCAN. Tal vez esto explica en parte por qué el 'Área de Libre Comercio de las Américas' propuesta por Washington fue rotundamente rechazada por la región en 2005 y el Acuerdo Estratégico Trans-Pacífico de Asociación Económica se está ejecutando con problemas", concluye el experto.
"Si nos fijamos en los últimos 20 años, el cuadro no es halagüeño. El índice más básico de progreso económico, sobre todo para un país en desarrollo como México, es el crecimiento de la renta per cápita. De los 20 países de América Latina (América del Sur y Centroamérica más México), México ocupa el lugar 18º, con un crecimiento inferior al 1% anual desde 1994. Claro que es posible argumentar que México se habría desarrollado aún menos sin el TLCAN, pero entonces la pregunta sería, ¿por qué?", señala Mark Weisbrot.
Frente a estos datos, cabe destacar que entre 1960 y 1980 el PIB per cápita de México casi se duplicó, lo que se tradujo en un enorme aumento de los niveles de vida para la gran mayoría de los mexicanos.
"Si el país hubiera seguido creciendo a este ritmo, ahora tendría los niveles de vida europeos en la actualidad. Esto fue lo que ocurrió en Corea del Sur, por ejemplo", explica el experto.
Es difícil imaginar que México pueda hacerlo peor sin el TLCAN
Sin embargo, México inició un largo periodo de cambios hacia las políticas neoliberales que hicieron caso omiso al aspecto industrial y de desarrollo priorizando las políticas fiscales y monetarias más estrictas (a veces incluso en las recesiones).
"Estas políticas pusieron fin al período anterior de crecimiento y de desarrollo", destaca Weisbrot, agregando que estas políticas neoliberales antidesarrollo fueron consagradas en el tratado internacional.
"También ató a México aún más a la economía de EE.UU., que fue especialmente ineficaz en las dos décadas siguientes: el aumento de la tasa de interés de la Fed en 1994, el colapso del mercado de valores de EE.UU. (2000-2002), la recesión (2001) y, sobre todo, el colapso de la burbuja de vivienda y la gran recesión de 2008-2009 tuvieron un impacto mayor en México que en cualquier otro lugar en la región", explicó.
Desde el año 2000, la región de América Latina en su conjunto ha aumentado su tasa de crecimiento a un 1,9% anual per cápita. Pero en México no se observó este crecimiento, que se mantiene por debajo del 1%, menos de la mitad del promedio de la región, desde el año 2000.
"Y, como era de esperar, la tasa nacional de pobreza de México fue del 52,3% en 2012, básicamente el mismo que en 1994 (52,4%). Sin crecimiento económico es difícil reducir la pobreza en un país en desarrollo", explica Mark Weisbrot.
"Resulta difícil imaginar que México lo pueda hacer peor sin el TLCAN. Tal vez esto explica en parte por qué el 'Área de Libre Comercio de las Américas' propuesta por Washington fue rotundamente rechazada por la región en 2005 y el Acuerdo Estratégico Trans-Pacífico de Asociación Económica se está ejecutando con problemas", concluye el experto.
comentarios