Irán afronta el embargo europeo pensando en la autarquía
Pese a una fuerte fluctuación en el mercado interno de divisas en las vísperas, las autoridades de Irán se muestran tranquilas ante las ciertas pérdidas económicas que produjo. Perciben las sanciones como un estímulo para que la sociedad se mantenga unida, para el progreso y la autosuficiencia de la economía nacional.
De eso advirtió en un discurso pronunciado con motivo del Día Nacional de la Industria el vicepresidente persa, Mohamad Reza Rahimi. A su juicio, las sanciones “señalan la grandeza de Irán”, mientras que los países europeos “actúan como agentes del sionismo” al imponerlas y sufren en sus carnes su castigo.
La actitud oficial de Teherán respecto al declive forzoso en las exportaciones de crudo (cerca del 40% en comparación con los índices del 2011) se basa en línea autárquica sugerida por el líder supremo de Irán, Ali Jamenei. En varias ocasiones el ayatolá abogó por la autosuficiencia económica de la República Islámica y pidió más apoyo para los productos, el capital y la fuerza laboral domésticos.
Más allá de la medida restrictiva de los países europeos, Irán está sometido a una serie de sanciones de EE.UU. Algunas de ellas se refieren asimismo a las compras de petróleo, mientras que otras prohíben las operaciones bancarias y comerciales con decenas de fábricas e instituciones científicas iraníes. Además, el Consejo de Seguridad de la ONU adoptó en 2011 varias medidas restrictivas para impedir los avances de Irán en su polémico programa nuclear.