Economía
China abre nuevas 'rutas de la seda' estratégicas para burlar el poderío de EE.UU.
China continúa creando nuevas rutas estratégicas protegidas en lugar de las antiguas que, según los expertos, podrían ser vulnerables en caso de un conflicto militar con otras naciones, en primer lugar con EE.UU.
Esta política afecta ante todo al puerto Gwadar, de gran importancia estratégica, cuya transferencia al gigante asiático fue aprobada por Pakistán a finales de enero. Se prevé que el acuerdo para el traspaso de derechos sobre el control de las operaciones del puerto de importancia estratégica a China sea ratificado el 18 de febrero, informa el canal paquistaní 'Geo News'.
El puerto de Gwadar está situado en un lugar estratégico, la 'garganta' del Golfo Pérsico, a 72 kilómetros de la frontera con Irán y a unos 400 kilómetros del más importante corredor de transporte de petróleo: el Estrecho de Ormuz.
Este tipo de acciones se dictan no solo por motivos económicos sino geopolíticos, opina Boris Voljónski, experto del Instituto ruso de Estudios Estratégicos citado por el sitio web 'Voz de Rusia'. No en vano, EE.UU., principal rival geopolítico de China, ha manifestado claramente su intención de desplazar el centro de gravedad estratégico hacia la Región Asia-Pacífico, lo que se refleja en el fortalecimiento de la presencia militar del país en las Filipinas y Singapur.
En estas circunstancias, en el caso de que se produzca una confrontación militar entre los dos países EE.UU. podría fácilmente bloquear la cadena de suministro de petróleo a China por el Estrecho de Malaca, a través del cual se realiza el 80% del suministro de petróleo a China. Por esta razón, China está considerando rutas alternativas para las comunicaciones estratégicas importantes.
En primer lugar, se trata de una estrategia de 'collar de perlas', que incluye una red de puertos estratégicos, bases y estaciones de observación en Sri Lanka, Bangladesh, Birmania, etc.
En el marco de esta estrategia el control sobre el puerto de Gwadar se convierte en una piedra de toque en términos del mantenimiento de la supremacía geopolítica en la región.
El puerto de Gwadar está situado en un lugar estratégico, la 'garganta' del Golfo Pérsico, a 72 kilómetros de la frontera con Irán y a unos 400 kilómetros del más importante corredor de transporte de petróleo: el Estrecho de Ormuz.
Este tipo de acciones se dictan no solo por motivos económicos sino geopolíticos, opina Boris Voljónski, experto del Instituto ruso de Estudios Estratégicos citado por el sitio web 'Voz de Rusia'. No en vano, EE.UU., principal rival geopolítico de China, ha manifestado claramente su intención de desplazar el centro de gravedad estratégico hacia la Región Asia-Pacífico, lo que se refleja en el fortalecimiento de la presencia militar del país en las Filipinas y Singapur.
En estas circunstancias, en el caso de que se produzca una confrontación militar entre los dos países EE.UU. podría fácilmente bloquear la cadena de suministro de petróleo a China por el Estrecho de Malaca, a través del cual se realiza el 80% del suministro de petróleo a China. Por esta razón, China está considerando rutas alternativas para las comunicaciones estratégicas importantes.
En primer lugar, se trata de una estrategia de 'collar de perlas', que incluye una red de puertos estratégicos, bases y estaciones de observación en Sri Lanka, Bangladesh, Birmania, etc.
En el marco de esta estrategia el control sobre el puerto de Gwadar se convierte en una piedra de toque en términos del mantenimiento de la supremacía geopolítica en la región.
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