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La catástrofe humanitaria y el colapso de las fronteras

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La catástrofe humanitaria y el colapso de las fronteras

Desde 2014 las solicitudes de asilo en España han aumentado un 909% mientras el trabajo en la Oficina de Asilo y Refugio (OAR) se desborda. Si en 2014 había casi 6.000 solicitantes de asilo, este 2018 ya hay 60.000 solicitudes registradas. El nuevo gobierno de Pedro Sánchez ha decidido abordar la situación cesando el Programa Nacional del Fondo de Asilo, Migración e Integración (FAMI) y despidiendo así a 94 funcionarios que suponen el 70% de la plantilla de la Oficina de Asilo y Refugio. A partir del 9 de diciembre de 2018 solo 34 personas estarán trabajando en la OAR.

El número de solicitantes de asilo en España ha crecido exponencialmente desde que comenzase lo que se conoce como la crisis de refugiados de 2015, pero también lo ha hecho por el reciente auge de la violencia en América Latina. Tres de cada cuatro solicitantes de asilo en España proceden de Venezuela, Colombia, Honduras, El Salvador o Guatemala. Hablamos de los mismos países cuyos ciudadanos están marchando estos días hacia la frontera con Estados Unidos huyendo de la pobreza y la violencia. Aquellas personas que pueden permitirse coger un vuelo para salir de América, sin embargo, prefieren España como destino ya que tienen la facilidad idiomática y no necesitan un visado de entrada.

Las cifras de solicitantes de asilo son desorbitadas, y según llegan nuevas solicitudes, también aumenta el número de expedientes sin resolución, que para final de año calculan desde la OAR que ya serán 70.0000 expedientes. Tampoco esperan que se reduzcan las cifras de llegadas porque está habiendo un "efecto llamada" que será aun mayor cuando las mafias vean la volatilidad de unas fronteras al borde del colapso donde los silencios administrativos hicieron que en 2017 el 15% de los solicitantes de asilo en los aeropuertos de Barajas y el Prat entrasen directamente a España sin que se estudiase su caso.

Esta situación ya de por sí terrible, será aun más precaria tras el cese del 70% de la plantilla de la Oficina de Asilo y Refugio, y traerá consigo tanto consecuencias humanitarias como un enorme riesgo para la seguridad nacional y la estabilidad del país.

El sistema no da a basto.

La falta de personal ha hecho que la lista de espera para que los solicitantes tengan la entrevista en la que se pueda estudiar su caso llegue hasta 2020. Hablamos de unos tiempos que los solicitantes de asilo no pueden asumir quedando más de un año en un limbo administrativo de desprotección y vulnerabilidad total.

Alberto Rodríguez García, periodista especializado en Oriente Medio, propaganda y terrorismo.
Alberto Rodríguez García, periodista especializado en Oriente Medio, propaganda y terrorismo.
"Con el cese del FAMI muchos solicitantes de Protección Internacional podrían ser devueltos a una muerte segura mientras el gobierno pretende ir de solidario".

Las entrevistas sirven para estudiar los casos de cada solicitante de asilo. En ellas se valoran la credibilidad y la coherencia de las alegaciones y se detectan los casos especiales relacionados con la Protección Internacional o que requieren una instrucción urgente.

Dicho de otra manera: Mientras el presidente Pedro Sánchez sale en los titulares de la prensa ofreciéndose a acoger a los migrantes económicos del 'Aquarius', su ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, entrega cartas de despido a las personas encargadas de dar protección a refugiados que huyen de la persecución en sus países. Con el cese del FAMI muchos solicitantes de Protección Internacional podrían ser devueltos a una muerte segura mientras el gobierno pretende ir de solidario.

En relación a esto, la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, celebraba en 2016 que cientos de migrantes asaltasen la valla de Melilla. "Queremos que vengan con nosotros, y lo queremos de verdad porque son los mejores", aseguraba.

Ahora, dos años después, guarda silencio cuando el gobierno creado con el apoyo de su partido condena a la desprotección y el abandono a aquellos demandantes de asilo que sí cumplen los requisitos para ser refugiados, pero que no tienen acceso a los recursos que están siendo destinados a quienes no son más que migrantes económicos a quienes no les corresponde el derecho de asilo.

Todo esto está sucediendo ya con la falta de personal que sufre la Oficina de Asilo y Refugio, pero se recrudecerá aun más cuando de golpe y porrazo el 70% del personal sea despedido.

La saturación y el colapso de la OAR, además de provocar un problema humanitario y un quebrantamiento de derechos de los solicitantes impugnable a la Audiencia Nacional, también supone un peligro para la seguridad de España.

El personal que trabaja en las fronteras se encarga de tramitar las solicitudes en el menor tiempo posible, ya que de no cumplirse los plazos se da paso al silencio administrativo, de modo que los solicitantes pueden entrar en suelo español sin filtro previo.

Esta falta de un filtro hace que no se pueda controlar a qué persona se le está dando asilo. El riesgo es evidente, ya que podría tratarse de un criminal de guerra o un terrorista.

Alberto Rodríguez García, periodista especializado en Oriente Medio, propaganda y terrorismo.
Alberto Rodríguez García, periodista especializado en Oriente Medio, propaganda y terrorismo.
"La Unidad de Dublín que gestiona las solicitudes de asilo en la Unión Europea realizadas desde España está tan saturada que ya no admite nuevas solicitudes".

Las mafias también han visto una oportunidad de enriquecerse con los silencios administrativos. Un colapso de la Oficina de Asilo y Refugio en las fronteras facilitaría en gran medida a las mafias introducir en España personas para la explotación sexual y laboral o simplemente migrantes económicos que les han pagado a cambio de más facilidades para cruzar la frontera.

La labor de los especialistas del FAMI tendría que ser trasladada a las dependencias policiales de las zonas fronterizas, pero es tal la carga de trabajo que tendrían que dedicarse a las solicitudes en lugar de a sus labores.

La Unidad de Dublín que gestiona las solicitudes de asilo en la Unión Europea realizadas desde España está tan saturada que ya no admite nuevas solicitudes. La consecuencia más directa es que cientos de solicitantes de asilo son devueltos a territorio español sin hogar, sin medios para subsistir y sin derecho a los recursos del sistema de acogida.

El gobierno dice que está trabajando en alternativas, pero además de insuficientes, éstas son ridículas. Más aún cuando el gobierno de Pedro Sánchez sencillamente podría renovar por doce meses más el contrato de los 94 funcionarios del Programa Nacional del Fondo de Asilo, Migración e Integración como ya prevé la ley.

Introducir nuevo personal que sustituya al actual tendría como consecuencia el caos dentro de la administración. Hablamos de nuevos funcionarios sin la cualificación necesaria para desempeñar su trabajo y que no asumirían su responsabilidad hasta por lo menos 6 meses después de las oposiciones.

Es tan ridícula la alternativa que supuestamente está preparando Grande-Marlaska que no plantea ni siquiera necesario exigir un nivel alto de inglés para trabajar en un puesto que requiere comunicarse en inglés con organismos internacionales como el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

Alberto Rodríguez García, periodista especializado en Oriente Medio, propaganda y terrorismo.
Alberto Rodríguez García, periodista especializado en Oriente Medio, propaganda y terrorismo.
"Lo que no se cuenta en la prensa es el drama humano que hay detrás: Tanto el drama que hace a las personas huir de su hogar como de la lamentable situación que se encuentran al llegar a España".

Con más de 100 solicitudes de asilo diarias, 34 personas no pueden evitar que la OAR colapse, y una saturación de la Oficina de Asilo y Refugio supondría un colapso de las fronteras en forma de silencios administrativos. La situación, que ya es insostenible, amenaza también a decenas de personas atrapadas en un vacío legal sin ningún sitio a dónde ir y con la incertidumbre de qué será de sus vidas.

Tres años son tiempo suficiente para empezar una nueva vida que muchos solicitantes de asilo no podrán tener porque su solicitud será denegada.

Leyendo la prensa parece que acoger migrantes es prácticamente un juego. Lo que no se cuenta es el drama humano que hay detrás. Hablo tanto del drama que hace a las personas huir de su hogar como de la lamentable situación que se encuentran al llegar a España.

Mientras los políticos siguen ofreciéndose para acoger a más migrantes, la realidad es que mañana 100 nuevas personas entrarán en un limbo administrativo, no existirán para el sistema, y nadie podrá hacer nada.

Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de RT.

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