Opinión
Una mala manera de festejar el año nuevo
El 2012 iba a ser uno de los mejores años en seguridad aérea en el mundo, y en Rusia en particular. Iba a serlo, pero no lo fue. Al menos en Rusia. El 29 de diciembre un Túpolev Tu-204 de la compañía aérea Red Wings se salió de la pista del aeropuerto de Vnúkovo en Moscú, se estrelló contra el cercado y se destruyó parcialmente al precipitarse en una zanja. Cinco personas fallecieron: los dos pilotos, el ingeniero de vuelo y dos auxiliares. No había pasajeros a bordo del avión: solo 8 tripulantes.
Las razones por la que un avión puede no frenar completamente en una pista son numerosas (condiciones de la pista, fallos técnicos, errores), así que no vamos a analizar el tema en general, sino a hablar de lo que pudo haber pasado. No voy a sacar conclusiones, porque la investigación recién ha comenzado, pero comentaré un poco aquellas cosas que pudieron influir en este accidente.
Veamos primero las condiciones climáticas. El tiempo aquella tarde del día 29 no era del todo ideal (vientos de 7-8 m/s con rachas de 15, techo de 240 pies, nieve y buena eficacia de frenado), pero no tan malo como para causar el accidente. El avión venía sin pasajeros, o sea que era liviano, lo que reduce la distancia necesaria de la pista. Los pilotos no eran para nada principiantes: el comandante tenía más o menos 15.000 horas de experiencia. La nave… bueno, todo un tema.
El Túpolev Tu-204 es un avión moderno y sus sistemas automáticos son similares a los de un Airbus A320 o de un Boeing 737. El problema es que la fabricación del Túpolev empezó en los 80, pero hasta el día de hoy se fabricaron solo 72 aviones (Airbus fabrica más o menos 40 A320 al mes). ¿Qué quiere decir esto? Cuando no hay fabricación en serie cada unidad es diferente y eso hace que el mantenimiento sea mucho menos eficaz, que no haya repuestos necesarios justo para un determinado avión, etc. Sin querer sacar conclusiones prematuras, no me parecería extraño si se descubriera que el día del accidente ocurrió un fallo grave, teniendo además en cuenta que solo una semana antes del accidente otro Tu-204 de la misma compañía se salió de la pista en el aeropuerto de Novosibirsk…
En fin, ¿qué pudo habar pasado? Primero: un aterrizaje con retraso (cuando el piloto tarda en tocar la superficie de la pista), lo que pudo haber reducido la distancia restante de la pista. Eso pasa cuando el avión desciende a velocidad mucho mayor que la necesaria, razón por la que la nave sigue teniendo suficiente sustentación y no aterriza. Segundo: un fallo técnico. Podría tratarse, por ejemplo, de un fallo del reversor del motor. Si se le aplica potencia al reversor pero el motor sigue tirando para adelante y nadie se da cuenta puede que no alcance la pista para frenar y el avión se salga a gran velocidad. También podría haberse tratado de un fallo de los frenos, quién sabe, pero el avión tiene sistemas de reserva y de emergencia. Sin embargo, un avión liviano no tendría que salir volando de la pista solo por una disfunción de los frenos. De todos modos el fallo de los reversores, de los frenos, de los spoilers, un aterrizaje atrasado o un error del cálculo de la velocidad de descenso no tiene por qué provocar un accidente.
Lo que ocurrió es resultado de un trágico conjunto de fallos y, probablemente, de un error de los pilotos, que no supieron cómo resolver el problema. Nadie garantiza que todos los sistemas de la nave funcionen bien en los momentos críticos del vuelo y es parte del trabajo de un piloto saber qué hacer y cómo para evitar un accidente por mas difícil que le resulte. Mas allá de todo, esperemos los resultados de la investigación...
Las razones por la que un avión puede no frenar completamente en una pista son numerosas (condiciones de la pista, fallos técnicos, errores), así que no vamos a analizar el tema en general, sino a hablar de lo que pudo haber pasado. No voy a sacar conclusiones, porque la investigación recién ha comenzado, pero comentaré un poco aquellas cosas que pudieron influir en este accidente.
Veamos primero las condiciones climáticas. El tiempo aquella tarde del día 29 no era del todo ideal (vientos de 7-8 m/s con rachas de 15, techo de 240 pies, nieve y buena eficacia de frenado), pero no tan malo como para causar el accidente. El avión venía sin pasajeros, o sea que era liviano, lo que reduce la distancia necesaria de la pista. Los pilotos no eran para nada principiantes: el comandante tenía más o menos 15.000 horas de experiencia. La nave… bueno, todo un tema.
El Túpolev Tu-204 es un avión moderno y sus sistemas automáticos son similares a los de un Airbus A320 o de un Boeing 737. El problema es que la fabricación del Túpolev empezó en los 80, pero hasta el día de hoy se fabricaron solo 72 aviones (Airbus fabrica más o menos 40 A320 al mes). ¿Qué quiere decir esto? Cuando no hay fabricación en serie cada unidad es diferente y eso hace que el mantenimiento sea mucho menos eficaz, que no haya repuestos necesarios justo para un determinado avión, etc. Sin querer sacar conclusiones prematuras, no me parecería extraño si se descubriera que el día del accidente ocurrió un fallo grave, teniendo además en cuenta que solo una semana antes del accidente otro Tu-204 de la misma compañía se salió de la pista en el aeropuerto de Novosibirsk…
En fin, ¿qué pudo habar pasado? Primero: un aterrizaje con retraso (cuando el piloto tarda en tocar la superficie de la pista), lo que pudo haber reducido la distancia restante de la pista. Eso pasa cuando el avión desciende a velocidad mucho mayor que la necesaria, razón por la que la nave sigue teniendo suficiente sustentación y no aterriza. Segundo: un fallo técnico. Podría tratarse, por ejemplo, de un fallo del reversor del motor. Si se le aplica potencia al reversor pero el motor sigue tirando para adelante y nadie se da cuenta puede que no alcance la pista para frenar y el avión se salga a gran velocidad. También podría haberse tratado de un fallo de los frenos, quién sabe, pero el avión tiene sistemas de reserva y de emergencia. Sin embargo, un avión liviano no tendría que salir volando de la pista solo por una disfunción de los frenos. De todos modos el fallo de los reversores, de los frenos, de los spoilers, un aterrizaje atrasado o un error del cálculo de la velocidad de descenso no tiene por qué provocar un accidente.
Lo que ocurrió es resultado de un trágico conjunto de fallos y, probablemente, de un error de los pilotos, que no supieron cómo resolver el problema. Nadie garantiza que todos los sistemas de la nave funcionen bien en los momentos críticos del vuelo y es parte del trabajo de un piloto saber qué hacer y cómo para evitar un accidente por mas difícil que le resulte. Mas allá de todo, esperemos los resultados de la investigación...
Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de RT.
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