A veces, los tripulantes de la EEI tienen la suerte de sentir el sabor de la verdadera, casi fresca, comida terrestre.
El ajo, la cebolla, las mandarinas, las manzanas y otros simples alimentos frescos son posibles solamente cuando las nuevas naves pilotadas y los cargueros llegan a la estación. La cantidad de alimentos frescos es escasa. Por eso, los cosmonautas los tratan cuidadosamente, intentan guardarlos por más tiempo, para que así alcancen hasta la llegada de la próxima nave. Algunos de los alimentos se conservan muy bien y algunos empiezan a dar brotes, como se ve en la fotografía.
Dmitri Kondrátiev
12 de febrero de 2011, EEI.
Material facilitado por la Agencia Espacial Federal Rusa, Roscosmos.