Carteles de la droga: ¿la DEA bajo sospecha?
Hasta hace algunos años lo que era una pregunta escondida, una suposición o una simple afirmación de la cual era sindicada la izquierda, hoy hace parte de una discusión mundial puesto que se han esgrimido varias razones de peso para exigir respuestas sobre el papel que juega la DEA en la lucha contra las drogas.
Como una oposición radical a la posibilidad de corrupción, el gobierno estadounidense ha manifestado reiteradamente que la oficina del Departamento de Justicia de los Estados Unidos, Administración para el Control de Drogas (DEA), dedicada a la lucha contra el contrabando y el consumo de drogas es una institución seria, profesional, valiente, plena de logros y reconocida a nivel internacional como única agencia responsable de coordinar y perseguir las organizaciones narco criminales en el país y en el extranjero.
No obstante, abriendo dudas y atizando la discusión, la misma BBC, canal asociado directamente a las agencias de inteligencia que apoyan a este organismo, ha titulado uno de sus artículos: “DEA: 40 años de polémica lucha contra las drogas”.
Complementariamente, esta discusión se pone en primer plano con la difusión sobre la supuesta vinculación de Diosdado Cabello, Presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, como líder del llamado “Cartel de los Soles”, información proporcionada por ex colaboradores del Comandante Hugo Chávez Frías. La noticia dada como explosiva, (al igual que el suicidio de Nisman), muestra claramente su objetivo de difundir un hecho considerado reprobable y que ensucie al gobierno del mandatario Nicolás Maduro.
Siete interrogantes sobre la política internacional frente a las drogas.
1. ¿Por qué ya no es Colombia el primer país en ser identificado en el tráfico de drogas en el mundo por los Medios transnacionales?
La razón es que ya existe el estereotipo creado por las agencias de investigación y reproducidas por décadas en los Medios en noticias, películas, series, telenovelas, documentales, entre otras, según la cual Colombia es el paraíso de drogadictos y carteles. Ahora ya pueden centrarse en otros personajes y países para desestabilizarlos con estas “denuncias”.
Lo que no se ha dicho públicamente es la verdad: los colombianos se apoderaron del mercado estadounidense y ello llevó a una feroz represión tanto en el interior como externamente, respondiendo a las organizaciones del tráfico criminal que permearon la DEA. Por ello, la urgencia de cortar de raíz el origen del poder a los carteles a través del “Plan Colombia”, que fue una descarnada forma de incentivar la lucha entre competidores, apresar y extraditar líderes, exprimir sus riquezas con tratos judiciales sobre su vida y familias, aplicar glifosato en regiones productivas extensas afectando a cientos de miles de campesinos, incentivar el desarraigo que fue aprovechado por los paramilitares para apoderarse de grandes extensiones de tierras, combate a la guerrilla, desviando hacia otros centros la producción y comercialización.
La realidad es que en Colombia se consume menos droga que en otros países latinoamericanos o europeos, con educación familiar al respecto y una campaña masiva que reproduce los estándares de salud y pedagogía unidos a la moral tradicional, opuestos a su uso, desvirtuando el estereotipo masivo según el cual todo ciudadano es consumidor o está vinculado a este fenómeno.
2. ¿Es la DEA un organismo confiable en cuanto a resultados evidentes en el control de drogas mundial?
Según datos generales proporcionados por la misma entidad, la cocaína incautada en los últimos diez años en Estados Unidos supera las 680 toneladas, la heroína con más de 7500 kilos y la mariguana con 4500 toneladas. En esta dirección, la DEA considera que ha logrado muchas de sus metas al reducir la producción de drogas en varias regiones, interceptar e incautar grandes cargamentos, desarticulando carteles del narcotráfico y llevando a la justicia o liquidando a los capos del crimen organizado. Igualmente en la cooperación y relaciones de amistad con las fuerzas del orden, lo que se considera un triunfo institucional.
Estos datos proceden de la entidad y han sido discutidos en diversos eventos por especialistas, cuestionando la labor neutral y decidida al control de drogas, especialmente al comprobarse cada vez más la interferencia en políticas nacionales de los países donde prestan su cooperación, los que superan más de 90 naciones en el mundo. El caso de Afganistán donde se ha triplicado la producción de heroína bajo la ocupación estadounidense es sintomático.
3. ¿Están obteniendo mejores resultados en el control de las drogas los países que no trabajan con la DEA?
En América Latina diversos países han suspendido sus relaciones con ella aduciendo la ineficacia de su acción, la intervención directa en las fuerzas armadas, el desarrollo mayor de la producción y la violencia, producto de una visión errónea del problema al atacar a los pueblos y no a la demanda, asumiendo tareas que no le corresponde.
No obstante, justo donde se manifiesta que la cooperación con otros gobiernos ha posibilitado resultados excelentes es donde existe mayor fracaso, aunque según Jhon Walters, ex director de la Política de Control de Drogas de la Casa Blanca, la asistencia: "Ayudó a cambiar la imagen de Colombia. El gobierno colombiano encabezó los esfuerzos, pero la agencia clave fue la DEA". Pero, aceptando el desmonte de los carteles Medellín y Cali, el Plan Colombia de George Bush fue realizado como programa de asistencia militar, de contrainsurgencia, interdicción y erradicación, donde la DEA participaba en la persecución, detención y extradición de capos, guerrilleros, paramilitares y otros dedicados al narcotráfico.
Pese a que aún se sigue trabajando con la Agencia, varios gobiernos evalúan esta relación y están comenzando a considerar otras opciones, especialmente cuando la UNASUR inicia estudios para proponer alternativas a las estrategias de represión como principal táctica.Según la BBC, Adam Isacson, analista de seguridad regional de la Oficina en Washington sobre asuntos Latinoamericanos (WOLA), manifestó que la estrategia no ha logrado hacer mella en el comercio de las drogas ni disminuir el deseo de los estadounidenses o europeos de consumir, garantizado la supervivencia de las organizaciones. "Al sacar de circulación a los más débiles o los más mansos, la DEA ha creado una especie de ‘supertraficantes’. Los que quedan son los más difíciles de combatir y reprimir y eso implica violencia", junto a un “altísimo costo en dinero, recursos y vidas de civiles y efectivos de las agencias afines regionales".
Entre las naciones que no poseen cooperación con esta entidad, hay que recordar que en el 2008 Bolivia expulsó de su país al embajador estadounidense y a la Agencia Antidrogas de Estados Unidos por intervenir en asuntos internos del país y conspirar contra su Gobierno. Bolivia ha reportado éxitos al igual que Ecuador. Varios países consideran que su política ha impedido el florecimiento de carteles, lo que no ocurre exactamente donde interviene la DEA, especialmente comprobado en Colombia, México y, ahora, en Centroamérica.
4. ¿Existen detenidos estadounidenses que son jefes de carteles, sicarios, autoridades o bancarios que lavan dineros?
La lista que aparece públicamente y que reproducen medios como CNN y afiliados, extrañamente caracterizando a muchos como “el capo más peligroso del mundo” de acuerdo a la ocasión, además de indicar las aprehensiones o ultimados, no tiene en su prontuario a jefes de carteles estadounidenses lo que indica que el pueblo es el consumidor “inocente” incentivado por gente mala o simplemente no hay ningún intento de detener a los cabecillas dada su nacionalidad…u otro interés que no es de conocimiento masivo.
Las capturas de Pablo Escobar, junto a los hermanos Rodríguez Orejuela, estuvieron precedidos por Carlos Ledher, cuyas fortunas fueron cooptadas por la nación a la cual fueron extraditados obviamente. Las aprensiones actuales son literalmente de jefes de las mafias latinas o árabes, donde los únicos norteamericanos que se reportan son mexicanos.
5. ¿Es factible la distribución de droga en Estados Unidos sin el concurso de contactos administrativos, judiciales, gubernamentales, delincuenciales, nacionales?
Es imposible y la interrogante sorprende ya que la respuesta no ha sido dada: es absolutamente extraño que ingrese una cantidad muy alta de droga desde diferentes continentes con tanta facilidad y no se pueda controlar, teniendo aeropuertos y pasos fronterizos potencialmente seguros y provistos de alta logística como se pregona en la propaganda permanente.
Lo anterior se responde lógicamente: existe en el país un cartel que está muy organizado y protegido con el fin de permitir la entrada, el cual goza de una protección que no es fácil de identificar aunque provee garantía para su masiva distribución. La complicidad de autoridades es requisito fundamental para que no se detenga a sus propios ciudadanos y la droga circule con gran efectividad consumiendo la mente de sus usuarios, haciendo de la impunidad un símbolo del poder narcotraficante.
6. ¿Por qué siempre son latinos o árabes los traficantes y no aparece el estadounidense sino como simple consumidor?
Si la política antidrogas es básicamente un instrumento que esconde objetivos diferentes como desestabilizar gobiernos, destruir la identidad latinoamericana o de países considerados de segundo orden, propiciar estereotipos deprimentes, establecer una lista falsa con autoridades a sancionar, proponerse como una nación excepcional y sin rasgos de contaminación, entre otros propósitos no declarados, es consecuente sólo identificar a los territorios por fuera del “modo americano de vida”.
Así, entonces, los jefes del narcotráfico son latinos, árabes, rusos, italianos históricos, personajes del Hollywood politizado completamente, donde se incentiva su maldad. Paradójicamente, Breaking Bad, presentada como “la mejor serie de la historia” en la televisión, ensalza al traficante ingenioso, perfectos en la producción de cristales, quien logra engañar a los mexicanos lo que demuestra su “inteligencia”, aunque jamás muestra a una organización criminal estadounidense sino el “triunfo” del espíritu individual.
Lo delicado es que no se identifica a los nuevos dueños del mercado ya que la reducción de la producción en Colombia y el cierre de rutas por el Caribe, con la colaboración de la DEA, simplemente fueron remplazadas por otros corredores en el Pacífico, nuevas áreas de cultivo y la concentración de nuevos carteles y crimen organizado en otros países. Lo que no se ha dicho es quién se apoderó de este proceso.
7. ¿Qué objetivo pretenden las noticias que señalan a funcionarios de gobierno venezolano como corruptos?
Las denuncias de Anthony Daquin, ex asesor de seguridad del fallecido presidente Hugo Chávez, según las que “efectivamente existe un cartel” integrado por oficiales superiores en Venezuela que autoriza el paso de drogas a otros países en los puestos de control y ofrece apoyo logístico, apoya la tesis de Leamsy Salazar en contra de Diosdado Cabello publicada en el diario español ABC. Según éste, el capitán “fue testigo primordial clave” de las decisiones que se tomaron en el gobierno de Chávez al ser, según su opinión, parte de los anillos de seguridad del mandatario y era “el hombre de mayor acceso al presidente”, “información” que fue reproducida de modo masivo por la prensa transnacional.
Sin embargo, no pudo ser desarrollado más en extenso pues al descubrirse la identidad de los “asesores” y su vinculación con la oposición venezolana, además de la complicidad de agencias extranjeras para su llegada a los medios internacionales, puso al descubierto un “cartel de protegidos” en la medida que fuesen proclives a la “denuncia” del gobierno bolivariano. Además, la inexistencia de pruebas concretas dejó este suceso como otro instrumento de la lucha por la desestabilización de gobiernos democráticamente elegidos.
Lo cierto es que su objetivo, más allá de la noticia sobre corrupción, es crear una imagen mental de que el gobierno venezolano está aquejado por múltiples problemas lo que derivará en una insurrección natural producto de dichos fenómenos acumulados, situación que después de 15 años no ha sido posible crear pese a la inversión billonaria para el efecto.
Consideraciones analíticas.
Naturalmente el primer objetivo de toda política que impida el desarrollo, producción, comercialización consumo y efectos de las drogas, es que se realice basado en principios éticos sólidos y con un carácter soberano, donde la confluencia de fuerzas no suponga una dependencia y aceptación de infiltración en los gobiernos y sus fuerzas armadas.
En este sentido, lo ideal es que la DEA, con más de medio siglo de experiencia acumulado en anteriores organismos, se dedicara fundamentalmente a aportar conocimiento y tecnología avanzada que posee respetando a cada nación y apoyando las estrategias internas para dicho control. A su vez, intensificando en la mayor dimensión el estudio de la situación interna de Estados Unidos donde cerca de 50 millones de personas son consumidores de drogas. El problema es álgido y debe ser la primera prioridad del presidente Barak Obama: resolver su propia problemática, someter a sus propios capos, antes que dilapidar esfuerzos en la desestabilización de continentes.
El caso Ayotzinapa ha revelado la verdadera dimensión del problema en México, involucrando al gobierno, fuerzas policiales, sicariato, narcotraficantes. Es una alianza temeraria y de la cual Peña Nieto es responsable junto con sus antecesores por permitir este despliegue de violencia inmisericorde, lo que debería obligar al gobierno mexicano a revaluar el enfoque de la estrategia y cooperación con E.U., realizando un proyecto transparente, civilizado y judicial, con una visión alternativa de la drogadicción. Cuando hasta hoy se desconoce el paradero de los 43 estudiantes y se sabe de las declaraciones por tortura de policías que luego han sido liberados, la confianza en las autoridades es absolutamente inexistente, sospechando de una postura soberana frente a este grave flagelo.
Los carteles de la droga son poderosos. Lo preocupante es que adquieran un poder tal que sus relaciones estén al máximo nivel gubernamental. No obstante, en la perversa concepción neoliberal, la exigencia política es que no intenten asumir cargos de responsabilidad eleccionaria ante los congresos pues esa es una línea roja: para el capitalismo, el narcotráfico es secundario ante la transformación social, de allí que en la medida que no interfiera al proponer o apoyar alguna reforma progresista o discutir el poder tradicional de los patriarcas (pecado mortal de Pablo Escobar), puede estar vigente aunque legalmente prohibida
En conclusión, no es factible con la documentación actual confirmar absolutamente que existe una organización cerebro (la DEA), que controla la droga en el mundo. Sin embargo, mientras se mantenga una acción de infiltración en las fuerzas armadas de los países donde existan oficinas, se postule políticas represivas afectando la vida y salud de dichos pueblos, sin centrarse en su propio país (Estados Unidos), y no se establezca una vinculación de complementariedad con el fin de trabajar en conjunto políticas internacionales coherentes para detener la demanda como origen de la oferta, existirá una duda razonable sobre su rol en este campo.
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